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Capítulo 42—El tiempo para comenzar la disciplina
Los hijos desobedíentes son una señal de los últimos días
Una de las señales de los “postreros días” es la desobediencia de
los hijos a los padres. ¿Comprenden los padres su responsabilidad?
Muchos parecen haber perdido de vista la vigilancia que debieran
ejercer sobre sus hijos y les permiten que complazcan sus malas
pasiones y los desobedezcan.—
The Review and Herald, 19 de sep-
tiembre de 1854
.
Los hijos son la heredad del Señor, y a menos que los padres
los eduquen en forma de capacitarlos para guardar los caminos del
Señor, descuidan un solemne deber. No es la voluntad ni el propósito
de Dios que los hijos lleguen a ser incultos, ásperos, descorteses,
desobedientes, ingratos, impíos, implacables, infatuados, amantes
de los placeres más que de Dios. Las Escrituras declaran que ésta
sería la condición de la sociedad como una señal de los últimos
días.—
The Signs of the Times, 17 de septiembre de 1894
.
Los padres indulgentes quedan descalificados para el orden
del cielo
—Hay perfecto orden en el cielo, perfecta armonía y acuer-
do. Si los padres descuidan que sus hijos estén aquí bajo la debida
autoridad, ¿cómo pueden esperar que sean considerados aptos para
acompañar a los santos ángeles en un mundo de paz y armonía?—
Testimonies for the Church 4:199
.
Los que no respetan el orden o la disciplina en esta vida, no
respetarían el orden que se observa en el cielo. No podrán nunca ser
admitidos allí; porque todos los que sean dignos de entrar en el cielo
amarán el orden y respetarán la disciplina. Los caracteres formados
en esta vida determinarán el destino futuro. Cuando venga Cristo, no
cambiará el carácter de ninguna persona. . . . Los padres no deben
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descuidar ningún deber de su parte para beneficiar a sus hijos. Deben
educarlos de tal manera que sean una bendición para la sociedad
aquí, y puedan cosechar la recompensa de la vida eterna.—
Joyas de
los Testimonios 1:538, 539
.
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