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Capítulo 70—Precauciones y consejos
Muchos casos han sido revelados
—Se me han presentado mu-
chos casos, y mi alma ha enfermado y se ha llenado de asco al
tener una vislumbre de sus vidas íntimas, a causa de la podredumbre
del corazón de los seres humanos que profesan piedad y hablan
de ser trasladados al cielo. Me he preguntado con frecuencia: ¿En
quién puedo confiar? ¿Quién está libre de iniquidad?—
Joyas de los
Testimonios 1:256
.
Estoy llena de horror cuando se me presenta la condición de
las familias que profesan la verdad presente. El desenfreno de los
jóvenes y aun de los niños es casi increíble. Los padres no saben que
el vicio secreto está destruyendo y obliterando la imagen de Dios en
sus hijos. Existen entre nosotros los pecados que caracterizaron a los
sodomitas. Los padres son responsables porque no han educado a
sus hijos para que amen y obedezcan a Dios. No los han restringido
ni les han enseñado diligentemente el camino del Señor. Les han
permitido que salgan y entren a su placer y que se asocien con la
mundanalidad. Estas influencias mundanas que contrarrestan las
enseñanzas y la autoridad paternas se encuentran grandemente en
la así llamada buena sociedad. Por sus vestidos, su apariencia, sus
diversiones, se rodean de una atmósfera que se opone a Cristo.
Nuestra única seguridad es mantenernos como un pueblo pecu-
liar de Dios. No debemos ceder una pulgada a las costumbres y usos
de esta era degenerada, sino mantenernos en independencia moral,
sin comprometernos con sus prácticas corruptas e idólatras.—
Testi-
monies for the Church 5:78
.
Ha de instruirse a los ignorantes
—No importa cuán elevada
sea la profesión que haga una persona, los que están dispuestos a
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entrar en complacencias con la concupiscencia de la carne no pueden
ser cristianos. Como siervos de Cristo, su ocupación y meditaciones
y placeres debieran consistir en cosas más excelentes. Muchos igno-
ran la pecaminosidad de estos hábitos y sus resultados seguros. Los
tales deben ser instruidos.—
An Appeal to Mothers, 25
.
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