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Capítulo 77—La Biblia en el hogar
La Biblia es un libro de conocimientos muy variados
—En su
vasta esfera de estilo y temas, la Biblia tiene algo para interesar a
cada mente y atraer cada corazón. Sus páginas encierran historia
antiquísima; biografías fieles de la vida; principios de gobierno para
regir al estado y gobernar la casa, principios que la sabiduría humana
nunca ha conseguido igualar. Contiene filosofía profundísima, la
poesía más dulce y sublime, apasionada y patética. Los escritos de la
Biblia, aun considerados de esta manera, son inconmensurablemente
superiores en valor a las producciones de cualquier autor humano,
pero considerados en su relación con el gran pensamiento central,
son de alcance infinitamente superior, de valor infinitamente mayor.
Desde este punto de vista, cada tema adquiere nuevo significado. En
las verdades más sencillamente enunciadas se encierran principios
tan altos como el cielo y que abarcan la eternidad.—
La Educación,
121
.
La Palabra de Dios abunda en preciosas joyas de verdad, y los
padres debieran sacarlas de su estuche y presentarlas ante sus hijos
en su verdadero esplendor. . . . En la Palabra de Dios, tenéis un
tesoro del cual podéis sacar preciosas provisiones y como cristianos
debéis proveeros para toda buena obra.—
The Signs of the Times,
10 de septiembre de 1894
.
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Dios proporciona en la Biblia un rico banquete
—Al darnos
el privilegio de estudiar su Palabra, el Señor ha puesto delante de
nosotros un rico banquete. Muchos son los beneficios que derivan
del alimentarse de su Palabra, que él representa como su carne y su
sangre, como su espíritu y su vída. Al comer su Palabra, aumenta
nuestra fuerza espiritual, crecemos en la gracia y el conocimiento
de la verdad. Se forman y fortalecen hábitos de dominio propio. Las
flaquezas de la infancia—inquietud, caprichos, egoísmo, palabras
apresuradas, actos apasionados—, desaparecen y en su lugar se
desarrollan las gracias de la virilidad y la femineidad cristianas.—
Consejos para los Maestros Padres y Alumnos, 160
.
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