de los
Testimonios
que se han hecho en lo pasado y que han sido
publicados en otros idiomas que el inglés: la edición de dos tomos
de 650 páginas publicada en Europa Central, y la edición de tres
tomos de 1.100 páginas publicada en algunos de los idiomas latinos.
En unos pocos casos, cuando los artículos paralelos de las ya citadas
ediciones serían una repetición de los temas tratados en este juego
de tres tomos, o dentro de la serie titulada “Biblioteca Introductoria
del Espíritu de Profecía,” estos artículos han sido omitidos.
Por regla general, los artículos se usan completos. Pero, en al-
gunos casos, a fin de ahorrar espacio y así permitir una selección
más amplia de los temas, se omiten ciertas porciones de los artículos
largos. En cada caso, se indican las supresiones en el texto. Además
de los artículos elegidos, se han extraído de otros capítulos algunos
párrafos destacados que presentan puntos vitales de la verdad. En
cada caso se indica claramente la fuente original. También se han
incluído algunos artículos importantes que tienen carácter de testi-
monio y tratan temas vitales que no están tratados en los
Testimonios
pero aparecen en algunos otros lugares de las ediciones en inglés de
los libros de la Sra. E. G. de White que no existen en otros idiomas.
Los artículos están dispuestos en su orden cronológico como
aparecieron en el juego completo de los nueve tomos, con excepción
de algunos casos donde pareció aconsejable ordenarlos en forma
diferente para iniciar debidamente los tres tomos. Se han añadido
subtítulos, y en algunos casos se han dividido los párrafos muy lar-
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gos. Se han empleado formas modernas de puntuación y ortografía,
pero no se ha alterado el texto. En una nota al pie de la primera
página de cada artículo se da la fecha en que fué publicado por
primera vez, juntamente con la fuente de donde se ha sacado, y el
título original que llevó, si es que ha sido cambiado luego.
En muy pocos casos las referencias que podrían parecer obscuras
por haberse suprimido los títulos anteriores, quedan aclaradas por
notas explicativas puestas al pie de las páginas. Se observará que en
los testimonios personales no aparecen los nombres de las personas
a quienes se destinaban, sino que se usan más bien las iniciales “A,”
“B,” “C,” etc. Por lo tanto la inicial que se usa en el
Testimonio
no
tiene relación alguna con el nombre de la persona a quien se dió el
mensaje.