Página 100 - Joyas de los Testimonios 1 (1971)

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Joyas de los Testimonios 1
descienden al silencio.”
Salmos 115:17
. Satanás, transformado en
ángel de luz, obra con todo engaño de injusticia. El que pudo arre-
batar al Hijo de Dios, cuando fué hecho poco inferior a los ángeles,
y colocarlo sobre el pináculo del templo, y llevarlo a la cumbre de
una montaña altísima para presentarle los reinos del mundo, puede
ejercer su poder sobre la familia humana, que en fuerza y sabiduría
es muy inferior al Hijo de Dios, aun después que él hubo asumido la
naturaleza humana.
En esta era de degeneración Satanás domina a los que se apartan
de lo recto y se aventuran sobre su terreno. Ejercita su poder sobre
los tales en forma alarmante. Me fueron señaladas estas palabras:
“Metiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado en el sen-
tido de su propia carne.”
Colosenses 2:18
. Se me ha mostrado que
algunos satisfacen su curiosidad y juegan con el diablo. No tienen
verdadera fe en el espiritismo, y retrocederían horrorizados al pensar
en ser médiums. Sin embargo, se aventuran a colocarse en una posi-
ción donde Satanás puede ejercer su poder sobre ellos. Los tales no
se proponen penetrar hondo en esta obra; pero no saben lo que están
haciendo. Se están aventurando en el terreno del diablo, y lo están
tentando a que los domine. Este poderoso destructor los considera
como su presa legítima, y ejerce su poder sobre ellos contra la volun-
tad de los mismos. Cuando desean dominarse no pueden. Entregaron
su mente a Satanás, y él no renuncia a ella, sino que los mantiene
cautivos. Sólo el poder de Dios puede librar al alma entrampada, en
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respuesta a las fervientes oraciones de sus fieles discípulos.
Nuestra única seguridad
La única seguridad consiste ahora en buscar como a un tesoro
escondido la verdad revelada en la Palabra de Dios. Los temas del
sábado, la naturaleza del hombre y el testimonio de Jesús, son las
grandes e importantes verdades que se han de comprender. Resulta-
rán como un ancla que sostenga al pueblo de Dios en estos tiempos
peligrosos. Pero la masa de la humanidad desprecia las verdades
de la Palabra de Dios y prefiere escuchar las fábulas. “Por cuanto
no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por tanto, pues,
les envía Dios operación de error, para que crean a la mentira.”
2
Tesalonicenses 2:10, 11
.