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Mente, Cáracter y Personalidad 1
Hacer la voluntad de Dios versus sentimientos y emociones
(consejos a un joven)
—No son nuestros sentimientos, nuestras
emociones, lo que nos hace hijos de Dios, sino el cumplir la vo-
luntad de Dios. Una vida de utilidad está delante de usted, si su
voluntad viene a ser la voluntad de Dios. Entonces podrá subsistir
con la virilidad que Dios le dio, como ejemplo de buenas obras.
Entonces ayudará a mantener las reglas de la disciplina, en vez
de contribuir a quebrantarlas. Entonces ayudará a mantener el orden,
en vez de despreciarlo, e incitar a la vida irregular por su propia
conducta.
Le digo en el temor de Dios: Yo sé lo que usted puede ser si
su voluntad es puesta de parte de Dios. “Coadjutores somos de
Dios”.
1 Corintios 3:9
. Usted puede hacer su obra para el tiempo
y la eternidad de tal manera que resista la prueba del juicio. ¿Lo
probará? ¿Realizará un cambio completo? Usted es objeto del amor
y la intercesión de Cristo. ¿No quiere entregarse ahora a Dios, y
ayudar a los que están puestos como centinelas para proteger los
intereses de su obra, en vez de causarles tristeza y desaliento?—
Testimonies for the Church 5:515, 516
;
Testimonios Selectos 4:159
(1885)
.
[128]
La inquietud y la insatisfacción cambian (seguridad para
uno que está en la balanza)
—Cuando usted reciba a Jesús como su
Salvador personal habrá un cambio marcado en usted; se convertirá,
y el Señor Jesús por medio de su Espíritu Santo estará junto a usted.
Ya no habrá más esa intranquilidad inquieta y esa insatisfacción que
ahora posee.
Le gusta hablar. Si sus palabras glorificaran a Dios, no habría
pecado en ellas. Pero usted no obtiene de paz y descanso y gozo en el
servicio de Dios. Usted ciertamente no es un hombre convertido para
hacer la voluntad de Dios, por lo tanto no puede sentir la influencia
alegre y vivificadora de su Santo Espíritu.
Cuando usted decida que no puede ser un cristiano y seguir
haciendo lo que desea, cuando se dé cuenta de que tiene que entregar
su voluntad a la voluntad de Dios, entonces podrá acceder a la
invitación de Cristo: “Venid a mí, todos los que estáis trabajados y
cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y
aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis