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El amor en el hogar
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cuerpo y fortaleza para el alma.—
Testimonies for the Church 1:695
(1868)
.
Resplandezcan la paciencia, la gratitud y el amor en el corazón,
por nublado que esté el día.—
El Ministerio de Curación, 305 (1905)
.
El poder del ejemplo de los padres
—La mejor manera de en-
señar a los niños a respetar a su padre y a su madre consiste en
darles la oportunidad de ver al padre rendir atenciones bondadosas
a la madre y a la madre manifestar respeto y reverencia hacia el
padre. Al contemplar el amor manifestado en sus padres los hijos
son inducidos a acatar el quinto mandamiento y a prestar oídos a
la recomendación: “Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres,
porque esto es justo”.—
The Review and Herald, 15 de noviembre
de 1892
;
El hogar adventista, 177 (1894)
.
El amor de Jesús reflejado en los padres
—Cuando la madre
ha obtenido la confianza de sus hijos y les ha enseñado a amarla
y a obedecerle, les ha dado la primera lección en la vida cristiana.
Deben amar y obedecer a su Salvador y confiar en él como aman
y obedecen a sus padres y confían en ellos. El amor que con sus
cuidados fieles y educación correcta de sus hijos manifiestan los
padres hacia ellos es un débil reflejo del amor que Jesús tiene por
sus fieles.—
The Signs of the Times, 4 de abril de 1911
;
El hogar
adventista, 177, 178 (1894)
.
El amor de la madre es una ilustración del amor de Cristo
Mientras la madre enseña a sus hijos a obedecerle porque la aman,
les enseña las primeras lecciones de su vida cristiana. El amor de la
madre representa ante el niño el amor de Cristo, y los pequeñuelos
que confían y obedecen a su madre están aprendiendo a confiar y
obedecer al Salvador.—
El Deseado de Todas las Gentes, 474 (1898)
.
La influencia de un hogar cristiano nunca se olvida
—El ho-
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gar hermoseado por el amor, la simpatía y la ternura es un lugar
que los ángeles visitan con agrado, y donde se glorifica a Dios. La
influencia de un hogar cristiano cuidadosamente custodiado en los
años de la infancia y la juventud, es la salvaguardia más segura
contra las corrupciones del mundo. En la atmósfera de un hogar tal,
los niños aprenderán a amar a sus padres terrenales y a su Padre
celestial.—
El hogar adventista, 15 (1894)
.
Las relaciones familiares deben ejercer una influencia santifica-
dora. Los hogares cristianos, establecidos y dirigidos de acuerdo con