Principios de estudio y aprendizaje
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El talento del tiempo es precioso. Cada día se nos da como un
legado, y Dios nos pedirá cuenta de él. Ha de ser usado para la gloria
de Dios, y si queremos prolongar nuestras vidas, si queremos ganar
la vida que se mide con la vida de Dios, debemos dar alimento puro
a la mente. No debería perderse el tiempo que podría haberse usado
en buena manera.—
Manuscrito 15, 1898
.
Los estudiantes aprenden a obedecer a Dios
—Veo que debe
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trabajarse en favor de un gran concepto en nuestras escuelas, que
debe lograrse bajo la conducción divina. Pero la gran lección que
deben aprender los estudiantes es buscar con todo su corazón, con
toda su mente y con todas sus fuerzas el conocer a Dios y el obede-
cerle sin reservas. La ciencia de la salvación del alma humana es la
primera lección de la vida. Ningún estudio literario o educación de
los libros ha de ser supremo. Pero conocer a Dios y a Jesucristo, a
quien El ha enviado, es vida eterna.
Lleven los alumnos el amor y el temor de Dios consigo a su vida
escolar. Esta es la sabiduría más preciosa que la que pueden expresar
las palabras. Conectados con Dios, podrá decirse de ellos lo que se
dijo de Daniel, que Dios le dio sabiduría y conocimiento en todos
los misterios.
Aprender es bueno. La sabiduría de Salomón es deseable; pero
la sabiduría de alguien que es mayor que Salomón es mucho más
deseable y esencial. Por medio del aprendizaje en nuestras escuelas
no podemos alcanzar a Cristo, pero gracias a El podemos alcanzar
el extremo superior de la escalera de la ciencia; porque la palabra de
la inspiración dice: “Vosotros estáis completos en él”.
Colosenses
2:10
. Nuestra primera preocupación es ver y reconocer a Dios, y
entonces él dirigirá nuestro sendero.—
Carta 120, 1896
.
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