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La mente fanática
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de espíritu puede inducir al instrumento humano a tener demasiada
confianza en sí mismo, y a confiar en su propio juicio en lugar de
respetar el consejo de sus hermanos y estimar debidamente su juicio,
especialmente el de los que ocupan los cargos que Dios ha asignado
para la dirección de su pueblo. El Señor ha investido a su iglesia con
especial autoridad y poder que nadie tiene derecho de desatender y
despreciar, porque el que lo hace desprecia la voz de Dios.—
Los
Hechos de los Apóstoles, 135 (1911)
.
La paz sólo se encuentra en abrigar la mansedumbre
—El
alma encuentra descanso sólo en abrigar la mansedumbre y humildad
de corazón. La paz de Cristo nunca se encuentra donde reina el
egoísmo. El alma no puede crecer en la gracia cuando es egocéntrica
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y orgullosa. Jesús asumió la posición que el hombre debe tomar a
fin de que la paz de Cristo pueda morar en el corazón. Los que se
han ofrecido a Cristo para llegar a ser sus discípulos deben negarse
a sí mismos diariamente, tomar su cruz y seguir en las pisadas de
Jesús. Deben ir adonde su ejemplo los conduzca.—
Carta 28, 1888
.
La virtud de la cortesía cristiana
—Pablo, aunque era firme
como una roca en sus principios, sin embargo conservó su cortesía.
No era... indiferente a la gracia y a la cortesía que deben manifestarse
en la vida social. El hombre de Dios no absorbió al hombre de la
humanidad.—
Nuestra Elavada Vocacion, 238 (1870)
.
Algunas personas hablan en una forma dura y descortés, que
hiere los sentimientos de los demás, y luego se justifican diciendo:
“Ese es mi modo de ser; siempre digo lo que pienso”; y exaltan
este mal rasgo de carácter como una virtud. Debiera reprocharse
firmemente su comportamiento descortés.—
The Review and Herald,
1 de septiembre de 1885
;
Nuestra Elavada Vocacion, 231
.
La autora fue llamada a afrontar todas las fases del fanatis-
mo
—En 1844 tuvimos que enfrentar el fanatismo por todas partes,
pero siempre se me dio el consejo: Una gran ola de excitación es
un daño para la obra. Mantengan los pies en las pisadas de Cris-
to. Me fue dado un mensaje para afrontar cada fase del fanatismo.
Se me instruyó que debía mostrar al pueblo que bajo una ola de
excitación se hacía una obra extraña. Hay quienes aprovechan la
oportunidad para introducir supersticiones. Así se cierra la puerta a
la promulgación de una sana doctrina.—
Carta 17, 1902
.