Página 403 - Mensajes Selectos Tomo 1 (1966)

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“Las tinieblas no la comprendieron”
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Consolador, que el Espíritu de verdad traería de nuevo a la mente de
ellos esas declaraciones perdidas. Les dio a entender que él había
dejado con ellos preciosas joyas de verdad cuyo valor no conocían.
Preciosas gemas en las minas de la verdad
Después de la crucifixión y resurrección de Cristo, sus discípulos
escucharon sus lecciones de verdad con admiración y asombro, pues
les parecían como nuevas ideas para ellos. Pero él les dijo: “Estas
son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros... Entonces
les abrió el entendimiento para que comprendiesen las Escrituras”.
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Lucas 24:44, 45
. La verdad se está desplegando constantemente,
y presenta nuevos aspectos a las diferentes mentes. Todos los que
cavan en las minas de la verdad descubrirán constantemente ricas y
preciosas gemas. Estamos ansiosos de que todos los que pretenden
creer la verdad que ahora se presenta ante nosotros, y especialmente
los que tienen la responsabilidad de enseñar la verdad a otros, posean
un concepto más claro ellos mismos del importantísimo significado
de los temas de la Biblia.
Los que defienden la vindicación de la ley de Dios están en
una situación en la que necesitan mucho del Espíritu de Dios. Si
a los ministros les falta humildad; si se irritan fácilmente cuando
hallan oposición, es evidente que necesitan iluminación divina. Los
hombres deben manifestar la gracia de Cristo cuando trabajan por
las almas. La verdad como es en Jesús tendrá una influencia com-
pletamente diferente en las mentes de los incrédulos de la que ha
tenido cuando fue presentada como una teoría o como un tema de
controversia.
Si hacemos lo mejor que podemos para presentar la verdad en
su carácter conmovedor, oponiéndonos a las opiniones e ideas de
otros, será mal interpretada, mal aplicada y deformada ante los que
fomentan el error, a fin de hacerla aparecer objetable. Hay pocos
a quienes presentéis la verdad que no hayan estado bebiendo del
vino de Babilonia. Les es difícil comprender la verdad. De ahí la
necesidad de enseñarla como es en Jesús.
Los que pretenden ser amantes de la verdad tienen los medios
para ser mansos y humildes de corazón, como fue el gran Maestro.
Los que han estado trabajando diligentemente en las minas de la