Página 414 - Mensajes Selectos Tomo 1 (1966)

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Mensajes Selectos Tomo 1
en ella. Los hijos de Dios tendrán que hallarse ante reyes, príncipes,
gobernantes y grandes de la tierra, y éstos deberán saber que los hijos
de Dios saben con certeza lo que es la verdad. Deben ser hombres
y mujeres convertidos. Dios puede enseñaros más en un momento,
mediante su Espíritu Santo, que lo que podríais aprender de los
grandes hombres de la tierra. El universo contempla la controversia
que se desarrolla en la tierra. A un costo infinito, Dios ha provisto
una oportunidad para que cada hombre sepa lo que lo hará sabio
para la salvación. ¡Cuán ansiosamente miran los ángeles para ver
quién aprovechará de esa oportunidad!
Cuando se presenta un mensaje a los hijos de Dios, no deben
levantarse en oposición contra él. Debieran ir a la Biblia, para com-
pararlo con la ley y el testimonio, y si no soporta esta prueba, no
es verdadero. Dios quiere que se expandan nuestras mentes. Quie-
re revestirnos con su gracia. Podemos disfrutar de un festín diario
de cosas buenas, pues Dios puede abrir todos los tesoros del cielo
para nosotros. Hemos de ser uno con Cristo como él es uno con el
Padre. Y el Padre nos amará como ama a su Hijo. Podemos tener
la misma ayuda que tuvo Cristo, podemos tener fortaleza para cada
emergencia, pues Dios será nuestra vanguardia y nuestra retaguardia.
Nos protegerá por todos lados, y cuando seamos llevados delante de
gobernantes, delante de las autoridades de la tierra, no necesitaremos
meditar de antemano en lo que diremos. Dios nos enseñará en el día
de nuestra necesidad. Ahora Dios nos ayude para ir a los pies de
Jesús y aprender de él, antes de que procuremos llegar a ser maestros
de otros.
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La Biblia es nuestro credo
Cuando se estudie, comprenda y obedezca la Palabra de Dios,
una luz brillante se reflejará al mundo; nuevas verdades, recibidas y
obedecidas, nos unirán a Jesús con poderosos vínculos. La Biblia
y sólo la Biblia, ha de ser nuestro credo, el único vínculo de unión.
Todos los que se inclinen ante esta Santa Palabra, estarán en armonía.
Nuestros propios puntos de vista y nuestras ideas no deben dominar
nuestros esfuerzos. El hombre es falible, pero la Palabra de Dios
es infalible. En vez de discutir uno con otro, exalten los hombres
al Señor. Hagamos frente a toda oposición como lo hizo nuestro