Página 219 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 1 (2003)

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Lecciones de las parábolas
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riquezas injustas, para que cuando éstas falten, os reciban en las
moradas eternas”.
Lucas 16:9
. Si empleamos nuestros recursos para
la gloria de Dios en esta tierra, nos hacemos tesoro en los cielos;
y cuando las posesiones terrenales hayan desaparecido todas, el
mayordomo fiel tendrá a Jesús y a los ángeles por amigos que le
recibirán en las mansiones eternas.
“El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel”.
Lucas
16:10
. El que es fiel con sus bienes terrenales, que son los de menor
importancia, y emplea juiciosamente lo que Dios le prestó aquí, será
fiel a su profesión. “El que en lo muy poco es infiel, también en
lo mucho es infiel”.
Lucas 16:10 (VM)
. El que retiene de Dios lo
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que él le prestó, será infiel en las cosas de Dios en todo respecto.
“Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará
lo verdadero?”
Lucas 16:11
. Si nos demostramos infieles en el
manejo de lo que Dios nos presta aquí, él no nos dará nunca la
herencia inmortal. “Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará
lo que es vuestro?”
Lucas 16:12
. Jesús compró la redención para
nosotros; es nuestra; pero nos hallamos aquí a prueba, para ver si
resultamos dignos de la vida eterna. Dios nos prueba confiándonos
bienes terrenales. Si somos fieles en impartir liberalmente lo que
nos ha prestado, para fomentar su causa, Dios puede confiarnos la
herencia eterna. “No podéis servir a Dios y a las riquezas”.
Lucas
16:13
. “Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él”.
1
Juan 2:15
.
Desagrada a Dios la manera negligente en que muchos de los
que profesan ser hijos suyos manejan sus negocios mundanales.
Parecen haber perdido todo sentido del hecho de que la propiedad
que están usando pertenece a Dios, y de que deberán dar cuenta de su
mayordomía. En los asuntos comerciales de algunos reina absoluta
confusión. Satanás se fija en todo ello y ataca en una oportunidad
favorable, y por su manejo de las cosas arrebata muchos recursos
de las filas de los observadores del sábado. Y estos recursos van
a sus filas. Algunos que son ya ancianos no quieren arreglar sus
negocios mundanales, y en un momento inesperado enferman y
mueren. Hijos suyos que no tienen interés en la verdad, recogen la
propiedad. Satanás lo arregló así para su propia conveniencia. “Pues
si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo