Página 265 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 1 (2003)

Basic HTML Version

Una consagración completa
Estimados hermanos K: En mi última visión, me fueron mos-
tradas algunas cosas referentes a vuestra familia. El Señor tiene
pensamientos de misericordia para con vosotros, y no os abandonará
a menos que le abandonéis. L y M son tibios. Deben despertarse y
hacer esfuerzos para su salvación, o no alcanzarán la vida eterna.
Deben sentir una responsabilidad individual y adquirir experiencia
propia. Necesitan que el Espíritu Santo de Dios obre en su cora-
zón, y los induzca a amar y escoger la sociedad del pueblo de Dios
[219]
más que cualquier otra, y a separarse de los que no aman las cosas
espirituales. Jesús exige un sacrificio completo, una consagración
absoluta.
L y M, no habéis comprendido que Dios exige vuestros afectos
indivisos. Habéis hecho profesión de santidad, y sin embargo, habéis
descendido al nivel muerto de los que profesan comúnmente tener
religión. Amáis la sociedad de los jóvenes que no tienen conside-
ración por las verdades sagradas que profesáis. En apariencia os
habéis asemejado a vuestros compañeros, y en realidad os habéis
conformado con un grado de religión que os hiciese agradables a
todos sin merecer la censura de nadie.
Cristo lo exige todo. Si él requiriera menos, su sacrificio ha-
bría sido demasiado caro, demasiado grande, para ponernos a ese
nivel. Nuestra fe santa clama por una separación. No debemos con-
formarnos con el mundo, ni con los que profesan una fe muerta,
sin corazón. “Transformaos por medio de la renovación de vuestro
entendimiento”.
Romanos 12:2
. Este es un camino de abnegación.
Y cuando pensamos que el camino es demasiado estrecho, que se
exige demasiada abnegación en esta senda estrecha; cuando deci-
mos: ¡Cuán duro es renunciar a todo!, hagámonos la pregunta: ¿A
cuánto renunció Cristo por mí? Esto ensombrece cualquier actitud
que nosotros llamemos abnegación.
Contemplemos a Jesús en el huerto, mientras suda grandes gotas
de sangre. Un ángel solitario es enviado del cielo para fortalecer
261