Página 352 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 1 (2003)

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El norte de Wisconsin
Mientras me encontraba en Roosevelt, Nueva York, el 3 de agos-
to de 1861, me fueron presentadas varias iglesias y familias. Se me
mostraron también las diferentes influencias que se habían ejercido
y sus resultados desanimadores. Satanás ha usado como sus agentes
a personas que profesaban creer una parte de la verdad presente,
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mientras luchaban contra otra parte. El puede utilizar con más éxi-
to a esas personas que a los que se oponen totalmente a nuestra
fe. Su forma artera de introducir el error por medio de creyentes
que creen parcialmente en la verdad, ha engañado a muchos y ha
confundido y dispersado su fe. Esta es la causa de las divisiones
que han ocurrido en la parte norte de Wisconsin. Algunos reciben
una parte del mensaje y rechazan otra. Algunos aceptan el sábado y
rechazan el mensaje del tercer ángel; sin embargo, debido a que han
recibido el sábado sostienen que tienen derecho a la comunión con
los que creen plenamente en la verdad presente. Luego se esfuerzan
por llevar a otros a la misma posición confusa en la que ellos se
encuentran. No se consideran responsables ante nadie. Tienen una
fe propia e independiente. Se permite que tales personas ejerzan
influencia, cuando no debiera dárseles ningún lugar, a pesar de sus
pretensiones de honradez.
Las personas honradas lograrán percibir la recta cadena de la
verdad presente. Verán sus conexiones armoniosas, eslabón tras
eslabón, que conforman un grandioso panorama, y se aferrarán a
ella. La verdad presente no es difícil de entender, y el pueblo que
Dios guía está unido en esta amplia y firme plataforma. Dios no
usará personas de fe, opinión y conceptos diferentes para esparcir
y dividir. El cielo y los santos ángeles están trabajando para unir,
para producir unidad de fe, en un solo cuerpo. Satanás se opone a
esto, y está decidido a esparcir, a dividir y a introducir diferentes
sentimientos, para que la oración de Cristo quede sin contestar: “Mas
no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer
en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh
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