Página 360 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 1 (2003)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 1
dándole la mayor importancia. Considera de poca consecuencia las
verdades sagradas aplicables a este tiempo. Siguió su propia luz, y
quedó cada vez más sumido en tinieblas. Se alejó paulatinamente de
la verdad, hasta un punto en que ésta tiene ya poca influencia sobre
él. Satanás dominó su mente y ocasionó graves daños a la causa de
la verdad en el norte de Wisconsin.
Esta teoría de la santificación que la hermana G recibió del pastor
K, y que ella procuró seguir, es la que la ha arrastrado a este terrible
fanatismo. El pastor K ha aturdido y confundido a muchos con esta
teoría de la santificación. Todos los que la abrazan pierden en extenso
grado su interés por el mensaje del tercer ángel y su amor hacia
él. Esta opinión de la santificación es una teoría que parece muy
hermosa. Blanquea las pobres almas que están en las tinieblas del
error y del orgullo. Les da apariencia de buenos cristianos, dotados
de santidad, cuando sus corazones están corrompidos. Es una teoría
que proclama paz y seguridad, que no saca a la luz el mal, ni reprende
los yerros. Cura superficialmente las heridas de la hija del pueblo de
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Dios, proclamando paz, paz, cuando no hay paz. Hombres y mujeres
de corazones corruptos se arropan con el manto de la santificación y
son considerados como ejemplos del rebaño cuando son agentes de
Satanás, que él usa para engañar a las almas sinceras y atraerlas a una
senda desviada, de modo que no sientan la fuerza y la importancia
de las verdades solemnes proclamadas por el tercer ángel.
El pastor K ha sido considerado como un ejemplo, mientras que
perjudicaba a la causa de Dios. Su vida no ha sido sin culpa; sus
caminos no han estado de acuerdo con la santa ley de Dios, ni con la
vida inmaculada de Cristo. Su naturaleza corrompida no está subyu-
gada; y sin embargo, se espacia mucho en la santificación, y con ello
engaña a muchos. Me fueron mostradas sus labores pasadas. No hizo
entrar a las almas en la verdad, ni las estableció en el mensaje del
tercer ángel. Presenta una teoría de la santificación como asunto de
la mayor importancia, mientras que da poca importancia al conducto
por el cual se recibe la bendición de Dios. “Santifícalos en tu verdad;
tu palabra es verdad”.
Juan 17:17
. No considera la verdad presente,
que es el conducto, sino que la pisotea. Los hombres pueden cla-
mar: “Santidad, santidad; santificación, santificación; consagración,
consagración”, y sin embargo, no tener más experiencia de lo que
mencionan que el pecador con sus propensiones corruptas. Dios no