Página 572 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 1 (2003)

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El instituto de salud
En la visión que me fue dada el 25 de diciembre de 1865, vi que
la reforma pro salud era una gran empresa, estrechamente relacio-
nada con la verdad presente, y que los adventistas del séptimo día
deberían establecer instituciones donde los enfermos pudieran reci-
bir tratamiento para sus enfermedades y aprender también a cuidarse
ellos mismos para prevenirlas. Vi que nuestro pueblo no debería per-
manecer indiferente sobre este tema, dejando que nuestros hermanos
acomodados vayan a las instituciones populares del país que curan
con agua, donde en vez de hallar simpatía hacia su fe religiosa, ha-
llarían oposición. Las personas dominadas por la enfermedad sufren
no solamente por falta de fuerza física sino también mental y moral;
y los fieles adventistas que enferman, no pueden recibir suficiente
beneficio allí donde sienten que deben mantenerse constantemente
en guardia para no comprometer su fe y deshonrar su profesión,
como lo recibirían en una institución cuyos médicos y dirigentes
simpatizan con las verdades relacionadas con el mensaje del tercer
ángel.
Cuando los enfermos que han sufrido mucho son aliviados por
un sistema inteligente de tratamiento, consistente en baños, alimen-
tación sana, períodos de reposo y ejercicio apropiados, y los efectos
beneficiosos del aire puro, a menudo son inducidos a pensar que los
que los han tratado exitosamente están bien en asuntos de fe religio-
sa, o por lo menos, no pueden estar tan lejos de la verdad. Entonces,
si a nuestros miembros se les deja que vayan a las instituciones
cuyos médicos están errados en la fe religiosa, corren peligro de ser
entrampados. Vi entonces (en 1865) que la institución de _____, era
la mejor en los Estados Unidos. En lo que respecta al tratamiento del
enfermo, han estado haciendo una obra grande y buena; pero urgen a
los pacientes a que bailen y jueguen a los naipes, y les recomiendan
que asistan al teatro y otros lugares de diversión mundana que están
en oposición directa a las enseñanzas de Cristo y los apóstoles.
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