Página 412 - Joyas de los Testimonios 2 (2004)

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Joyas de los Testimonios 2
relativos a los males que habrían de surgir de la entrega del terreno
próximo a la escuela para que fuese ocupado por viviendas. Parecía
que estábamos en una reunión de consulta y entre nosotros había Uno
de quien se esperaba que nos ayudase a salir de nuestras dificultades.
Las palabras que pronunció fueron sencillas y terminantes. Dijo:
“Por designio de Dios, este terreno es para beneficio de la es-
cuela. Habéis tenido pruebas de cómo obra la naturaleza humana y
de lo que ella revelará al ser tentada. Cuanto mayor sea el número
de familias que se establezcan alrededor de la escuela, tanto más
numerosas serán las dificultades que surgirán en el camino de maes-
tros y alumnos. El egoísmo natural de los hijos de los hombres está
siempre listo para manifestarse si alguna cosa no les conviene. Este
terreno que rodea la escuela ha de ser la labranza de la escuela y
dicha labranza ha de ocupar mucho más espacio que lo que vosotros
habéis pensado. Aquí se ha de hacer trabajo relacionado con el estu-
dio, de acuerdo con los consejos dados. Avondale ha de ser un centro
filantrópico. El pueblo de Dios residente en Australia ha de ser mo-
vido por el Espíritu del Señor a ofrecer simpatía y recursos para el
sostén y fomento de muchas iniciativas de caridad y benevolencia
que constituirán medios de enseñar a los pobres, los desamparados
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e ignorantes para que sepan valerse a sí mismos.”
Un panorama
En varias ocasiones se me ha indicado que el terreno que rodea
nuestra escuela ha de usarse como labranza del Señor. En un sentido
especial, ciertas porciones de dicha labranza debieran cultivarse
intensivamente. Extendiéndose delante de mí, vi terrenos en que se
había plantado toda clase de árboles frutales que pueden fructificar
en la localidad; había también huertas de verduras donde la semilla
se sembraba y cultivaba.
Si los dirigentes de esta labranza y los maestros de la escuela
quieren recibir el Espíritu Santo a fin de que colabore con ellos,
tendrán sabiduría en su administración y Dios bendecirá sus tareas.
El cuidado de los árboles, la plantación, y la siembra y recolección de
la cosecha, serán lecciones maravillosas para todos los estudiantes.
Los eslabones invisibles que conectan la siembra y la siega han de
ser estudiados, e indicadas y apreciadas las bondades de Dios. El