Página 23 - Mente, C

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El cuerpo afecta la mente
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y la vuelve menos capaz de discernir entre lo bueno y lo malo.—
Palabras de Vida del Gran Maestro, 281; 243 (1900)
.
Los hábitos erróneos conducen a conceptos distorsionados
Hno.-----, Ud. se basa en sí mismo. Ve muchas cosas bajo una luz
pervertida. Sospecha de los hombres, tiene una gran desconfianza, es
celoso y se imagina el mal. Cree que todo el mundo está decidido a
arruinarlo. Muchas de estas tribulaciones se originan en Ud. mismo.
Interpreta que muchas cosas se hacen con el premeditado propósito
de perjudicarlo, cuando eso está muy lejos de la verdad. Se hace a sí
mismo el mayor de los daños con su conducta equivocada.
Ud. es su mayor enemigo. Sus malos actos desequilibran la
circulación de la sangre y la envían al cerebro, y entonces Ud. ve
todo bajo una luz perversa. Es rápido y temperamental, y no ha
cultivado el dominio propio. Su voluntad y su manera de ser le
parecen aceptables. Pero a menos que Ud. vea los defectos en su
carácter y lave sus ropas y las blanquee en la sangre del Cordero,
seguramente no alcanzará la vida eterna. Ama la teoría de la verdad,
pero no deja que ella santifique su vida. No manifiesta en su conducta
diaria los principios de la verdad que profesa.—
Carta 27, 1872
.
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Los hábitos físicos afectan el cerebro
—El cerebro es la ciuda-
dela del ser. Los malos hábitos físicos afectan el cerebro, e impiden
que se alcance aquello que se desea: una buena disciplina mental.
A menos que los jóvenes estén versades en la ciencia de cuidar del
cuerpo tanto como de la mente, no tendrán éxito como alumnos. El
estudio no es la causa principal del quebrantamiento de las facul-
tades mentales. La causa principal es la alimentación impropia, las
comidas irregulares, la falta de ejercicio físico y otras violaciones
negligentes de las leyes de la salud. Cuando hagamos todo cuanto
podamos para conservar la salud, entonces podremos pedir con fe a
Dios que bendiga nuestros esfuerzos.—
Consejos para los Maestros
Padres y Alumnos, 284, 285; 229 (1913)
.
Pedro y la relación que existe entre el cuerpo y la mente
—El
apóstol Pedro entendía la relación que hay entre la mente y el cuerpo,
y levantó su voz para amonestar a los hermanos: “Amados, yo os rue-
go como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos
carnales que batallan contra el alma”.
1 Pedro 2:11
. Muchos consi-
deran que este texto es una advertencia contra la licencia solamente;
pero tiene un significado más amplio. Prohíbe toda gratificación