La ciencia satánica de la exaltación propia
317
Los que han tenido una experiencia profunda en las cosas de
Dios son los que están más lejos del orgullo y la exaltación propia.
Tienen el más humilde de los conceptos acerca de sí mismos, y la
más elevada opinión acerca de la gloria y la excelencia de Cristo.
Creen que el lugar más humilde en su servicio es demasiado honroso
para ellos.—
Testimonies for the Church 5:223 (1882)
.
Hay seguridad en reconocer las propias debilidades
—Los
hombres son sometidos a prueba no sólo delante de las inteligen-
cias humanas, sino ante el universo celestial. A menos que teman
y tiemblen por sí mismos, a menos que reconozcan sus propias de-
bilidades, recuerden sus fracasos del pasado, luchen y se pongan
en guardia para no repetirlos, cometerán los mismos errores que
produjeron los resultados que no pueden permitirse cosechar por
segunda vez.—
Manuscrito 43, 1898
.
La victoria sobre el yo es obra de toda la vida
—Los agravios
no pueden repararse, ni tampoco pueden realizarse reformas en la
conducta mediante unos cuantos esfuerzos débiles e intermitentes.
La formación del carácter no es tarea de un día ni de un año, sino
de toda la vida. La batalla contra sí mismo para lograr la santidad
y el cielo, es una lucha de toda la vida. Sin esfuerzo continuo y
actividad constante no puede haber adelanto en la vida divina, ni
[758]
puede obtenerse la corona de victoria.—
El Ministerio de Curación,
358 (1905)
.
La impronta de lo divino
—No permitamos que el yo crezca
tanto que todo el ser se contamine. Una sola filtración puede hundir
un barco, y una falla en un eslabón puede romper la cadena. Así
puede haber un rasgo de carácter heredado o cultivado que obre en
el corazón y se convierta en palabras que causen una impresión para
el mal que jamás se borrará. Que el carácter tenga la impronta de
lo divino manifestada en nobles declaraciones y en hechos rectos.
Entonces, todo el universo celestial lo verá y dirá: Bien hecho, buen
siervo fiel.—
Carta 91, 1899
.
[759]