Página 329 - Mente, C

Basic HTML Version

Una terapia mental segura
325
do con los instrumentos celestiales. No permita que el enemigo tenga
la menor participación en esta sociedad. Reciba sus órdenes de Dios,
y no se desanime porque sólo puede hacer la obra de un instrumento
finito. El Infinito obrará con su poder para darle eficiencia.
No crea que se le pide que haga lo imposible. Tampoco espere
esto de los demás. Pablo puede plantar y Apolo regar, pero Dios
da el crecimiento.
1 Corintios 3:6
. “Desde el principio tú fundaste
la tierra, y los cielos son obra de tus manos. Ellos perecerán, más
tú permanecerás”.
Salmos 102:25, 26
. “Todos ellos se envejecerán
como una vestidura, y como un vestido los envolverás, y serán mu-
dados; pero tú eres el mismo, y tus años no acabarán”.
Hebreos 1:11,
12
.—
Carta 86a, 1893
.
Los esfuerzos individuales son necesarios
—Las víctimas de
los malos hábitos deben reconocer la necesidad del esfuerzo perso-
nal. Otros harán con empeño cuanto puedan para levantarlos, y la
gracia de Dios les es ofrecida sin costo; Cristo podrá interceder, sus
ángeles podrán intervenir; pero todo será en vano si ellos mismos
no resuelven combatirlos...
Al sentir el terrible poder de la tentación y la fuerza arrebatadora
del deseo que lo arrastra a la caída, más de uno grita desesperado:
“No puedo resistir al mal”. Decidle que puede y que debe resistir.
Puede haber sido vencido una y otra vez, pero no será siempre así.
Carece de fuerza moral, y lo dominan los hábitos de una vida de
pecado. Sus promesas y resoluciones son como cuerdas de arena. El
[768]
conocimiento de sus promesas quebrantadas y de sus votos malogra-
dos debilitan la confianza en su propia sinceridad, y le hacen creer
que Dios no puede aceptarlo ni cooperar con él, pero no tiene por
qué desesperar.—
El Ministerio de Curación, 130, 131 (1905)
.
El propósito final es importante
—El éxito en cualquier activi-
dad requiere una meta definida. Quien desee lograr verdadero éxito
en la vida debe mantener constantemente en vista una meta digna
de su esfuerzo. Esta es la que se propone hoy a los jóvenes.—
La
Educación, 262 (1903)
.
El mejor desarrollo de la mente
—El conocimiento de Dios se
obtiene de su Palabra. El conocimiento experimental de la verdadera
piedad, en diaria consagración y servicio a Dios, asegura el más alto
desarrollo de la mente, el alma y el cuerpo; y esta consagración de
todas nuestras facultades a Dios impide la exaltación propia. El im-