Página 657 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 2 (1996)

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Apéndice
Página 357- La amonestación del testimonio personal dirigida al
hermano y a la hermana E acerca de que “no debierais servir huevos
en vuestra mesa”, ha sido aplicada por algunos de un modo general.
Que esto no tenía la intención de ser una enseñanza generalizada
para las familias en circunstancias normales, queda claro no sólo
por el marco de esa declaración en sí, sino también por no menos de
tres declaraciones publicadas de Elena G. de White, que corregirían
cualquier aplicación errónea de este testimonio personal. Esas decla-
raciones se encuentran en
Testimonios para la Iglesia 7:132 (1902)
;
El Ministerio de Curación, 246 (1905)
, y
Testimonios para la Iglesia
9:130 (1909)
. Citamos las dos últimas declaraciones: “Verdad es
que las personas algo corpulentas y las agitadas por pasiones fuertes
deben evitar el uso de alimentos estimulantes. Especialmente en las
familias cuyos hijos son dados a hábitos sensuales deben proscribirse
los huevos”.
El Ministerio de Curación, 246
.
“Si bien se han dado advertencias con relación a los peligros
de enfermedad que derivan de la mantequilla y al mal que ocasiona
el uso copioso de huevos por parte de los niños pequeños, no debe
considerarse como violación de nuestros principios el consumo de
huevos provenientes de gallinas bien cuidadas y convenientemente
alimentadas. Los huevos contienen ciertas propiedades que obran
eficazmente contra determinados venenos.”
Testimonios para la
Iglesia 9:130
.
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