Página 149 - Joyas de los Testimonios 3 (2004)

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Los impresos de nuestra denominación
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El material que se ha de publicar
Dedíquense nuestros periódicos a la publicación de un material
vivo y serio. Rebose cada artículo de pensamientos prácticos, eleva-
dores y ennoblecedores, pensamientos que darán al lector ayuda, luz
y fuerza. Debe honrarse como nunca antes la religión y la santidad
en la familia. Si hubo un pueblo que necesitase andar ante Dios
como Enoc, es el pueblo adventista del séptimo día ahora, que debe
demostrar su sinceridad por sus palabras puras, limpias y llenas de
simpatía, ternura y amor.
Hay momentos en que son necesarias las palabras de reprensión
y de reproche. A los que han salido del camino recto se los debe
despertar para que vean su peligro. Debe dárseles un mensaje que
los saque del letargo que encadena sus sentidos. Debe producirse
una renovación moral, o de lo contrario las almas perecerán en sus
pecados. Déjese penetrar hasta el corazón el mensaje de verdad,
como una espada aguda y de dos filos. Háganse llamamientos que
despierten a los negligentes, y hagan volver a Dios a los espíritus
extraviados en la insensatez.
Debe atraerse poderosamente la atención de la gente. Nuestro
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mensaje es sabor de vida para vida o de muerte para muerte. Están
en la balanza los destinos de las almas. Hay multitudes en el valle
de la decisión. Debe oírse una voz que clame: “Si Jehová es Dios,
seguidle; y si Baal, id en pos de él.”
1 Reyes 18:21
.
Al mismo tiempo, en ninguna circunstancia deben publicarse
cosas provenientes de un espíritu duro y denunciador. No haya
en nuestros periódicos estocadas ni críticas amargas o sarcasmos
mordaces. Satanás ha logrado casi expulsar del mundo la verdad de
Dios, y se deleita cuando sus profesos defensores dan la impresión
de no estar bajo la influencia de la verdad que subyuga y santifica el
alma.
Los que escriben en nuestros periódicos deben espaciarse lo
menos posible en las objeciones o los argumentos de los opositores.
En toda nuestra obra debemos hacer frente a la mentira con la
verdad. Expóngase la verdad por encima de todas las sugestiones
personales, referencias o insultos. Negociemos únicamente con la
moneda del cielo. Hagamos uso únicamente de aquello que lleva la