Página 369 - Joyas de los Testimonios 3 (2004)

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Un tiempo de prueba está delante de nosotros
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Dios ama a su iglesia con un amor infinito. Nunca deja de velar
sobre su heredad. Sólo permite las aflicciones que su iglesia necesita
para su purificación, para su bien presente y eterno. Purificará su
iglesia así como purificó el templo en el principio y al fin de su
ministerio terrenal. Todas las pruebas que inflige a la iglesia tienen
por objeto dar a su pueblo una piedad más profunda y una fuerza
mayor para hacer triunfar la cruz en todas partes del mundo. El tiene
una obra para cada uno. Debe haber un ensanchamiento y progreso
constantes. La obra debe extenderse de una ciudad a otra, de país
a país y de una nación a otra, prosiguiendo sin cesar su marcha
ascendente y hacia adelante, siempre más estable y más firme.
Los inocentes sufren
“Y aquel Verbo fué hecho carne, y habitó entre nosotros ...lleno
de gracia y de verdad.”
Juan 1:14
. Mas aquellos que Cristo vino
a salvar no quisieron aceptarle. “A lo suyo vino, y los suyos no le
recibieron.”
Vers. 11
. Cediendo a la influencia de Satanás, rechazaron
al Mesías y buscaron ocasión de matarle.
Satanás y sus ángeles decidieron hacer la muerte de Jesús tan
humillante como fuese posible. Llenaron los corazones de los gober-
nantes judíos con un odio violento contra el Salvador. Dominados
por el enemigo, los sacerdotes y dirigentes incitaron a la multitud
a declararse contra el Hijo de Dios. Al afirmar su inocencia, Pilato
fué el único que dijo una palabra en su favor. Pero el mismo Pilato,
aunque sabía que era inocente, le entregó a los ultrajes de hombres
dominados por Satanás.
Hechos similares volverán a producirse en un porvenir cercano.
Los hombres dictarán y aplicarán con severidad leyes directamente
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opuestas a la ley divina. Aunque celosos de sus propios mandamien-
tos, esos hombres se apartarán de un claro “así dice Jehová.” Por
ensalzar a un falso día de descanso, querrán obligar a los hombres
a deshonrar la ley de Dios, esa ley que es la expresión del carácter
divino. Aunque inocentes de toda culpa, los siervos de Dios serán
entregados a las humillaciones y escarnios de hombres inspirados
por Satanás, llenos de envidia y fanatismo religioso.