Página 113 - Mensajes Selectos Tomo 3 (2000)

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Ampliando la presentación del gran conflicto
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La edición de 1888 de el conflicto de los siglos, tomo 4
Comienza la obra sobre la ampliación de El
conflicto de los
siglos
.
—Basilea, Suiza, 11 de junio de 1886. Creo que Ud. querrá oír
algunas noticias con respecto a nuestra familia. Ahora somos diez.
W. C. W. [White] y Mary y Ella están bien. Sara McEnterfer está
bien, y tan ocupada como puede estarlo tomando cartas al dictado y
escribiéndolas con el calígrafo [máquina de escribir]. La salud de
Marian [Davis] está más o menos como siempre. Ella está trabajando
en el tomo 4,
El conflicto de los siglos
Manuscrito 20, 1886
.
[126]
Se le pide que describa las escenas del pasado y el futuro
Al revelarme el Espíritu de Dios las grandes verdades de su Palabra,
y las escenas del pasado y del futuro, se me ordenó que diese a
conocer a otros lo que se me había mostrado: trazar un bosquejo de
la historia de la lucha en las edades pasadas y, especialmente, que la
presentase de tal modo que derramara luz sobre la lucha futura que
se va acercando con tanta rapidez. Con este fin he tratado de escoger
y reunir acontecimientos de la historia de la iglesia, en forma que
quedara bosquejado el desenvolvimiento de las grandes verdades
probatorias que en diversas épocas han sido dadas al mundo, que
han excitado la ira de Satanás y la enemistad de la iglesia amiga del
mundo, y han sido sostenidas por el testimonio de aquellos que “no
amaron sus vidas, exponiéndolas hasta la muerte”.—
El Conflicto de
los Siglos, 13-14
.
Escenas presentadas de nuevo mientras escribía
—Mientras
escribía el manuscrito de
El conflicto de los siglos,
a menudo era
consciente de la presencia de los ángeles de Dios. Y en muchas
ocasiones las escenas acerca de las cuales estaba escribiendo me
eran presentadas de nuevo en una visión nocturna, de tal manera que
estuvieran frescas y vividas en mi mente.—
Carta 56, 1911
.
Escenas vívidas acerca de la segunda venida de Cristo
—El
firmamento se abría y cerraba en violenta conmoción. Las montañas
se agitaban como cañas batidas por el viento, arrojando peñascos por
todo el derredor. El mar hervía como una caldera y lanzaba piedras
a la tierra. Al declarar Dios el día y la hora de la venida de Jesús y
conferir el sempiterno pacto a su pueblo, pronunciaba una frase y
se detenía mientras las palabras de la frase retumbaban por toda la
tierra...