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Mensajes Selectos Tomo 3
quen las verdades eternas y los principios profundos y santos, y que
expresen su importancia viviente! Me declaro ignorante e incapaz.
Una rica corriente de pensamiento toma posesión de todo mi ser, y
entonces dejo mi pluma, y digo: ¡Oh, Señor, yo soy finita, soy débil,
sencilla e ignorante; no puedo encontrar palabras para describir tus
revelaciones grandiosas y santas!
Mis palabras parecen inadecuadas. Pierdo toda esperanza de
describir adecuadamente la verdad que Dios me ha dado a conocer
acerca de su gran redención, la cual ha exigido la total atención
divina consagrada al Hijo unigénito del Infinito. Las verdades que
han de permanecer durante el tiempo y la eternidad, el gran plan de
redención, que cuesta mucho y es para la salvación de la raza huma-
na, que presenta delante de los hombres una vida que se mide con la
vida de Dios: estas verdades son demasiado grandiosas, profundas
y santas para que las palabras humanas o la pluma humana pueda
expresarlas adecuadamente.—
Manuscrito 23, 1896
.
Julio 29 de 1897
—Me despierto a las 2:30 de la madrugada, y
ofrezco mi oración a Dios en el nombre de Cristo. Estoy débil en
fuerza física; mi cabeza no está libre de dolor. Mi ojo izquierdo me
molesta. Al escribir acerca de la vida de Cristo me siento profun-
damente emocionada. Me olvido de respirar como debo. No puedo
soportar la intensidad de sentimientos que me dominan al pensar en
lo que Cristo sufrió en nuestro mundo.—
Manuscrito 70, 1897
.
Julio 16 de 1896
—El manuscrito para
La vida de Cristo
está
por ser enviado a los Estados Unidos
Este será preparado por la
Pacific Press. He empleado ayudantes para preparar este libro, espe-
cialmente a la Hna. Davis, y esto me ha costado tres mil dólares. Se
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necesitarán otros tres mil dólares para prepararlo, a fin de distribuirlo
por el mundo en forma de dos libros. Esperamos que tendrá una
gran venta. He dedicado poco tiempo a estos libros, porque el hablar
en público, escribir artículos para las revistas y testimonios perso-
nales para hacer frente y para reprimir males futuros, me mantiene
ocupada.—
Carta 114, 1896
.
Haciendo frente a críticas sobre el deseado de todas las gentes
Junio 20 de 1900
—He recibido tu carta, Edson
Con respecto
a
El Deseado de todas las gentes,
cuando encuentres personas que