Página 282 - Mensajes Selectos Tomo 3 (2000)

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Mensajes Selectos Tomo 3
Mantequilla, carne y queso
La pregunta de si debemos consumir mantequilla, carne o que-
so, no debe presentarse a nadie como una prueba; pero en cambio,
nosotros debemos educar y mostrar los males de las cosas que son
objetables. Los que juntan estas cosas y las esgrimen contra otros
no saben la obra que están haciendo. La Palabra de Dios ha estable-
cido pruebas [de discipulado] para el pueblo del Señor. Observar la
santa ley de Dios, el sábado, es una prueba, una señal entre Dios y
su pueblo por todas las generaciones y eternamente. Esta es, para
siempre, la carga del mensaje del tercer ángel: los mandamientos de
Dios y el testimonio de Jesucristo.
El té, el café, el tabaco y el alcoho
Debemos presentar el té, el café, el tabaco y el alcohol como
complacencias pecaminosas. No podemos colocar en el mismo plano
la carne, los huevos, la mantequilla, el queso y alimentos semejantes
que se sirven sobre la mesa. Estas cosas no deben destacarse como si
fueran lo principal de nuestra obra. Las cosas antes mencionadas—el
té, el café, el tabaco, la cerveza, el vino y todas las bebidas alcohó-
licas—no deben tomarse [ni] moderadamente, sino que deben ser
descartadas. Los narcóticos venenosos no tienen por qué ser tratados
de la misma manera que el tema de los huevos, la mantequilla y el
queso.
El alimento animal [a base de carne] no se destinó en el principio
para que fuera el régimen [alimenticio] del hombre. Tenemos todas
las evidencias de que la carne de los animales es peligrosa, porque
las enfermedades están generalizándose rápidamente; y esto se debe
a que la maldición pesa en forma más intensa a consecuencia de los
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hábitos y crímenes del hombre. Tenemos que presentar la verdad.
Debemos ser cuidadosos al usar la razón para seleccionar los artícu-
los alimenticios que producirán la mejor sangre y la mantendrán en
una condición no impetuosa.—
Manuscrito 5, 1885
.
Una obra que desacredita la reforma pro salud
Habrá algunos que no dejarán la mejor y más correcta impresión
sobre las mentes. Los tales tenderán a albergar ideas y planes estre-