Página 39 - Mensajes Selectos Tomo 3 (2000)

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La primacía de la palabra
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Los testimonios han de presentar lecciones claras de la Pa-
labra
—En las Escrituras Dios ha establecido lecciones prácticas
para gobernar la vida y la conducta de todos; pero aunque él ha dado
detalles particulares y minuciosos con respecto a nuestro carácter,
nuestra conversación y nuestra conducta, sin embargo, sus lecciones
son descuidadas e ignoradas en gran medida. Además de la instruc-
ción de su Palabra, el Señor ha dado testimonios especiales a su
pueblo, no como una nueva revelación, sino que él desea presentar
delante de nosotros las lecciones claras de su Palabra para que pue-
dan corregirse errores, para que pueda señalarse el camino correcto,
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para que cada alma esté sin excusa.—
Carta 63, 1893
; véase
Joyas
de los Testimonios 2:270-271
.
Elena de White capacitada para definir claramente la ver-
dad y el error
—En aquel tiempo [después del chasco de 1844] se
nos presentaba un error tras otro; ministros y doctores [médicos]
traían nuevas doctrinas. Solíamos escudriñar las Escrituras con mu-
cha oración, y el Espíritu Santo revelaba la verdad a nuestra mente.
A veces dedicábamos noches enteras a escudriñar las Escrituras y a
solicitar fervorosamente la dirección de Dios. Se reunían con este
propósito grupos de hombres y mujeres piadosos. El poder de Dios
bajaba sobre mí, y yo recibía capacidad para definir claramente lo
que era verdad y lo que era error.
Al ser así delineados los puntos de nuestra fe, nuestros pies se
asentaron sobre un fundamento sólido. Aceptamos la verdad punto
por punto, bajo la demostración del Espíritu Santo. Yo solía quedar
arrobada en visión, y me eran dadas explicaciones. Me fueron dadas
ilustraciones de las cosas celestiales y del santuario, de manera que
fuimos colocados donde la luz resplandecía sobre nosotros con rayos
claros y distintos.—
Obreros Evangélicos, 317-318
.
Para corregir el error y especificar la verdad
—He escrito
mucho en el diari
que he llevado en todos mis viajes, y que debe
ser presentado ante el pueblo en lo que sea esencial, aunque no haya
escrito una sola línea más., Quiero que aparezca lo que se considere
de valor, porque el Señor me ha dado mucha luz que deseo que
la gente tenga; pues hay instrucciones que el Señor me ha dado
para su pueblo. Es luz que ellos deben poseer, línea sobre línea,
precepto sobre precepto, aquí un poquito y allí otro poquito. Esto
ha de ser presentado ahora delante del pueblo, porque ha sido dado