Página 393 - Mensajes Selectos Tomo 3 (2000)

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Al acercarnos al fin
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primero, el segundo y el tercer ángeles; todos éstos están íntimamen-
te vinculados. Las evidencias de la verdad permanente y siempre
viva de estos grandes mensajes, que significan tanto para nosotros, y
que han despertado tanta oposición de parte del mundo religioso, no
están extinguidas. Satanás está tratando constantemente de arrojar
su sombra infernal sobre estos mensajes, de manera que el pueblo
remanente de Dios no discierna claramente su importancia—su tiem-
po y lugar—, pero esos mensajes están vivos, y ejercerán su poder
sobre nuestra experiencia religiosa mientras dure el tiempo...
El revelador dice: “Después de esto vi a otro ángel descender
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del cielo con gran poder; y la tierra fue alumbrada con su gloria. Y
clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babi-
lonia”.
Apocalipsis 18:1-2
. Este es el mismo mensaje que fue dado
por el segundo ángel: Ha caído Babilonia, “porque ha hecho beber a
todas las naciones del vino del furor de su fornicación”.
cap. 14:8
.
¿Qué es ese vino? Las falsas doctrinas de Babilonia. Ella ha dado al
mundo un falso día de reposo en lugar del sábado del cuarto manda-
miento, y ha repetido la mentira que Satanás pronunció por primera
vez en Edén: la inmortalidad natural del alma. Ha esparcido muy
ampliamente y muy lejos muchos errores emparentados, “enseñando
como doctrinas mandamientos de hombres”.
Mateo 15:9
.
Dos distintos llamados a las iglesias
—Cuando Jesús comenzó
su ministerio público, él limpió el templo de su sacrílega profanación.
Casi el último acto de su ministerio fue limpiar otra vez el templo.
Así en la obra final que se haga para la amonestación del mundo, se
envían dos distintos llamados a las iglesias: el mensaje del segundo
ángel, y la voz que se oyó en los cielos: “Salid de ella, pueblo mío...
porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado
de sus maldades”.
Apocalipsis 18:4-5
.
Como Dios llamó a los hijos de Israel a salir de Egipto, para
que pudieran guardar su sábado, así llama a su pueblo a salir de
Babilonia para que no adoren a la bestia ni a su imagen. El hombre
de pecado, que pensó en cambiar los tiempos y la ley, se ha exaltado
a sí mismo por encima de Dios, presentando al mundo este falso
descanso; el mundo cristiano ha aceptado a este hijo del papado,
y lo ha acunado y alimentado, desafiando así a Dios al quitar su
monumento conmemorativo y estableciendo un [día de] descanso
rival.