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Mensajes Selectos Tomo 3
Cristo está al lado de los santos perseguidos
El alma probada por la tempestad nunca es más afectuosamente
amada por su Salvador que cuando está sufriendo el reproche por
causa de la verdad. Cuando por causa de la verdad tiene que presen-
tarse ante los tribunales [de los] injustos, Cristo está a su lado. Todos
los reproches que caen sobre el creyente humano caen también sobre
Cristo en la persona de sus santos. “Yo le amaré, y me manifestaré a
él”.
Juan 14:21
. Cristo es condenado de nuevo en la persona de sus
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discípulos que creen en él.
Cuando el creyente es encarcelado por causa de la verdad entre
los muros de la prisión, Cristo mismo se manifiesta a él y encanta su
corazón con su amor. Cuando sufre la muerte por causa de Cristo,
Cristo le dice: “Pueden matar el cuerpo, pero no pueden dañar el
alma. Ellos me crucificaron, y si te quitan la vida, me crucifican a
mí de nuevo en la persona de mis santos”.
La persecución no puede hacer más que causar la muerte, pero la
vida es preservada para la gloria y la vida eterna. El poder persegui-
dor puede asumir la autoridad, y ordenar al discípulo de Cristo que
niegue la fe para que preste oído a espíritus seductores y doctrinas
de demonios, invalidando la ley de Dios. Pero los discípulos [de
Jesús] pueden preguntar: “¿Por qué tengo que hacer esto? Yo amo a
Jesús, y nunca negaré su nombre”. Cuando el poder [del hombre]
dice: “Yo te calificaré como un perturbador de la paz”, ellos pueden
responder: “Así calificaron a Jesús, quien era la verdad, y era gracia
y paz”.—
Carta 116, 1896
.
Hombres de negocios y gobernantes tomarán posiciones
Algunos que pertenecen al grupo de hombres de negocio y los
gobernantes tomarán su posición para obedecer la verdad. El ojo
de Dios ha estado sobre los tales cuando han actuado de acuerdo
con la luz que han tenido, manteniendo su integridad. Cornelio,
un hombre de elevada posición, mantuvo su experiencia religiosa,
andando estrictamente de acuerdo con la luz que había recibido.
Dios tuvo su ojo sobre él, y le envió a su ángel con un mensaje. El
mensajero pasó por alto a los que estaban llenos de justicia propia,
pero llegó a Cornelio, y lo llamó por nombre...