Página 64 - Mensajes Selectos Tomo 3 (2000)

Basic HTML Version

60
Mensajes Selectos Tomo 3
envíenme las observaciones antes de ese tiempo.—
Ibid. Apéndice
que apareció en los primeros 400 ejemplares
.
Distinción entre temas comunes y religiosos
—Sin embargo,
hay oportunidades cuando deben declararse cosas comunes, pensa-
mientos comunes deben ocupar la mente, deben escribirse cartas
comunes y se debe dar información que ha pasado de un obrero a
otro. Tales palabras, tal información, no son dadas bajo la inspiración
especial del Espíritu de Dios. Se hacen preguntas a veces que no
tienen nada que ver con temas religiosos, y esas preguntas deben ser
contestadas. Conversamos acerca de casas y tierras, transacciones
comerciales y ubicación para nuestras instituciones, sus ventajas y
desventajas.—
Manuscrito 107, 1909
;
Mensajes Selectos 1:44
.
Se ilustra el punto
—No he recibido el mensaje de que el Hno.
[65]
C debe venir a Australia. No; por lo tanto no digo que sé que éste es
el lugar para Ud.; pero tengo el privilegio de expresar mis deseos,
aun cuando repito que no hablo por mandamiento.
Pero no quiero que venga debido a cualquier persuasión de
mi parte. Deseo que Ud. busque al Señor muy fervientemente, y
entonces siga donde su llamado lo dirija. Quiero que Ud. venga
cuando Dios diga: “ven”, y ni un solo momento antes.
Sin embargo, es mi privilegio presentar los deseos de la obra en
Australia. Australia no es mi país; es la jurisdicción del Señor. El
país es del Señor; el pueblo es de él. Ha de hacerse una obra aquí, y si
Ud. no es la persona que tiene que hacerla, me sentiría perfectamente
resignada al saber que Ud. ha ido a alguna otra localidad.
Carta 129,
1897
. [De una carta concerniente a la necesidad de un sanatorio en
Australia y la posibilidad que este hombre fuera a Australia a iniciar
esa empresa.]
Información obtenida de quienes deben saberlo
—La infor-
mación dada en cuanto al número de habitaciones del Sanatorio de
Paradise Valley, no fue dada como una revelación del Señor sino
simplemente como una opinión humana. Nunca me ha sido revelado
el número exacto de habitaciones de ninguno de nuestros sanatorios,
y el conocimiento que tengo en cuanto a tales cosas lo he obtenido
preguntando a los que suponía que estaban informados. En mis pa-
labras, cuando hablo acerca de estos temas comunes, no hay nada
para inducir a la mente a creer que recibo mi conocimiento en una