Página 73 - Mensajes Selectos Tomo 3 (2000)

Basic HTML Version

Cómo definir el juicio de la Hna. White y la palabra del señor
69
Hay Uno que me apoya, el cual es el Señor, quien ha inspirado
el mensaje que Ud. ahora rechaza, desestima y deshonra. Ud. tienta
a Dios, se ha debilitado, y el resultado ha sido confusión y ceguera
mental.—
Carta 16, 1888
.
Esta no es mi opinión
—Después de que yo le escribí la larga
carta que ha sido empequeñecida por el pastor H como si fuera
meramente una expresión de mi propia opinión, mientras yo estaba
en el congreso campestre del sur de California el Señor parcialmente
quitó la restricción, y escribo como lo hago. No me atrevo a decir
más ahora, no sea que vaya más allá de lo que el Espíritu del Señor
me permitió.
Cuando vino el profesor I, le hice unas pocas preguntas definidas,
más para saber cómo consideraba él la condición en que estaban las
cosas que para obtener información. Sentí que había llegado la crisis.
Si el pastor H y los que están unidos con él hubieran estado firmes
en la luz, habrían reconocido la voz de advertencia y reproche; pero
[77]
él dice que es una obra humana y la arroja a un lado. La obra que
está haciendo él querrá deshacerla antes de mucho. El está tejiendo
una red alrededor de sí mismo que no puede deshacer fácilmente.
Esta no es mi opinión.
¿Qué voz reconocerá Ud. como la voz de Dios? ¿Qué poder
tiene el Señor en reserva para corregir sus errores y para mostrarle
su conducta como es?, ¿qué poder para trabajar en la iglesia? Ud.,
por su propia conducta, ha cerrado todas las avenidas por las cuales
el Señor quería alcanzarlo. ¿Levantará él a alguno de los muertos
para hablarle?...
En los testimonios enviados a Battle Creek le di a Ud. la luz que
Dios me dio. En ningún caso he dado mi propio juicio u opinión.
Tengo suficiente para escribir de lo que me ha sido mostrado, sin
caer en mis propias opiniones. Ud. está haciendo lo que hicieron
los hijos de Israel en forma repetida. En vez de arrepentirse delante
de Dios, rechaza sus palabras y atribuye todas las amonestaciones y
reprensiones al mensajero enviado por el Señor.—
Testimonies for
the Battle Creek Church, 50-58
, 1882.
Permítaseme expresar lo que tengo en la mente, y que sin embar-
go no es mi propia mente sino la Palabra del Señor.
Carta 84, 1899
.
Citado en
Counsels to Writers and Editors, 112
.