Página 262 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 3 (2004)

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La iglesia de Laodicea
El mensaje a la iglesia de Laodicea es una denuncia sorprendente
y se aplica al actual pueblo de Dios.
“Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén,
el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice
esto: Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses
frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te
vomitaré de mi boca. Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enri-
quecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres
un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo”.
Apocalipsis
3:14-17
.
El Señor nos muestra aquí que el mensaje que deben dar a su
pueblo los ministros que él ha llamado para que amonesten a la
gente no es un mensaje de paz y seguridad. No es meramente teó-
rico, sino práctico en todo detalle. En el mensaje a los laodicenses,
los hijos de Dios son presentados en una posición de seguridad
carnal. Están tranquilos, creyéndose en una exaltada condición de
progreso espiritual. “Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enrique-
cido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un
desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo”.
¡Qué mayor engaño puede penetrar en las mentes humanas que
la confianza de que en ellos todo está bien cuando todo anda mal!
El mensaje del Testigo Fiel encuentra al pueblo de Dios sumido
en un triste engaño, aunque crea sinceramente dicho engaño. No
sabe que su condición es deplorable a la vista de Dios. Aunque
aquellos a quienes se dirige el mensaje del Testigo Fiel se lisonjean
de que se encuentran en una exaltada condición espiritual, dicho
mensaje quebranta su seguridad con la sorprendente denuncia de su
verdadera condición de ceguera, pobreza y miseria espirituales. Este
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testimonio tan penetrante y severo no puede ser un error, porque es
el Testigo Fiel el que habla y su testimonio debe ser correcto.
A los que se sienten seguros por causa de sus progresos y se
creen ricos en conocimiento espiritual, les cuesta recibir el mensaje
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