Página 60 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 4 (2007)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 4
celestiales. Con el fin de conocer la voluntad, usted debe estudiarla,
en vez de seguir sus inclinaciones y el cauce natural de su propia
mente. “¿Qué quieres que haga?” debería ser la ansiosa y empeñosa
pregunta de su corazón.
El peso de la ira de Dios recaerá sobre los que hayan malgastado
su tiempo y servido a Mammón en vez de a su Creador. Si usted
vive para Dios y para el cielo, señalando el camino de la vida a
otros, avanzará y escalará gozos más elevados y más santos. Será
recompensado con la frase: “Bien, buen siervo y fiel [...] entra en el
gozo de tu Señor”.
Mateo 25:21
. El gozo de Cristo consistía en ver
almas redimidas y salvas en su glorioso reino. “El cual por el gozo
puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se
sentó a la diestra del trono de Dios”.
Hebreos 12:2
.
El lograr los tesoros de este mundo, y usarlos como lo ha hecho,
para separar sus afectos de Dios, resultará para usted al fin una te-
rrible maldición. No se toma tiempo para leer, para meditar o para
orar; y no ha tomado tiempo para instruir a sus hijos, manteniendo
delante de ellos su más elevado interés. Dios ama a sus hijos; pero
ellos han recibido muy poco estímulo para vivir una vida religiosa.
Si destruye la fe de ellos en los
Testimonios,
ya no podrá alcanzarlos.
Conviene que las mentes de los pobres y falibles mortales sean dis-
ciplinadas y educadas en las cosas espirituales. Cuando la enseñanza
se refiere exclusivamente al mundo, y a la manera de tener éxito en
la adquisición de propiedades, ¿cómo puede lograrse el crecimiento
espiritual? Es completamente imposible. Usted, hermano, y su fa-
milia, podrían haber crecido hasta alcanzar la estatura perfecta de
hombres y mujeres en Cristo Jesús, si hubieran sentido la mitad del
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interés por perfeccionar el carácter cristiano y servir al Señor, que
han tenido para servir al mundo.
Dios no se alegra de que sus siervos se mantengan ignorantes de
su divina voluntad, novicios en comprensión espiritual pero sabios
en el conocimiento y la sabiduría del mundo. Su interés terrenal
no puede compararse con su bienestar eterno. Dios le tiene una
obra más alta que la de adquirir propiedades. Usted necesita que
se cumpla en favor suyo una obra profunda y completa. Toda su
familia la necesita, y ojalá que Dios los ayude a todos a lograr la
perfección del carácter cristiano. Sus hijos pueden y deben ser una
bendición para la juventud de su comunidad. Por su ejemplo, por