Página 565 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 5 (1998)

Basic HTML Version

Un sueño impresionante
Estimado hermano M,
Anoche tuve un sueño impresionante. Me parecía que usted es-
taba en una fuerte embarcación navegando por aguas muy agitadas.
A veces las olas pasaban por encima del puente y usted quedaba
empapado de agua. Usted dijo: “Me bajaré; este barco se hunde”.
“No” -dijo alguien que parecía ser el capitán-, “este barco va a llegar
al puerto. Nunca se hundirá”. Pero usted contestó: “Seré arrebatado
por las olas. No soy ni capitán ni segundo oficial, ¿a quién le importa
lo que haga? Echaré mi suerte con ese barco que se ve más allá”.
Dijo el capitán: “No le dejaré ir allí; porque sé que aquel barco
encallará en las rocas antes de llegar al puerto”. Usted se enderezó
y dijo con tono positivo: “Este barco ha de naufragar; lo puedo ver
tan claramente como si ya hubiese sucedido”. El capitán le miró con
[540]
ojo escrutador y dijo firmemente: “No permitiré que usted pierda su
vida subiendo a aquel barco. Su maderamen está carcomido, y es
una embarcación engañosa. Si tuviese más conocimiento, podría dis-
cernir entre lo espurio y lo genuino, lo santo y lo que está destinado
a la ruina completa”.
Me desperté; pero este sueño me induce a escribirle. Me agitaron
sentimientos profundos acerca de algunas de estas cosas, cuando
llegó una carta diciéndome que usted estaba “bajo gran tentación y
prueba”. ¿De qué se trata, hermano M? ¿Lo está tentando nuevamen-
te Satanás? ¿Está permitiendo Dios que se vea puesto en el mismo
lugar donde fracasó antes? ¿Permitirá ahora que la incredulidad se
apodere de su alma? ¿Fracasará usted cada vez, como los hijos de
Israel? ¡Dios le ayude a resistir al diablo y salir más fuerte de cada
prueba de su fe!
Tenga cuidado con los pasos que dé. Haga sendas rectas para sus
pies. Cierre la puerta a la incredulidad, y haga de Dios su fortaleza. Si
se halla perplejo, guarde silencio; no dé ningún paso en la oscuridad.
Me siento profundamente preocupada por su alma. Esta puede ser la
última prueba que Dios le conceda. No avance un solo paso en el
561