Página 70 - Testimonios Selectos Tomo 5 (1932)

Basic HTML Version

66
Testimonios Selectos Tomo 5
Si se concede a estas cosas un lugar en nuestras instituciones, no
tardará en descubrirse que la potencia de los sentimientos satánicos
[74]
no se destruye fácilmente. Si se permite al tentador que siembre su
mala semilla, ésta germinará y dará fruto. El diablo cosechará así en
la misma institución establecida con el dinero dado por los hijos de
Dios para el adelantamiento de su causa. De ello resultará que, en
vez de enviar al mundo obreros cristianos, se enviará un grupo de
incrédulos instruídos.
La responsabilidad de estas casas descansa no solamente en los
directores sino también en los empleados. Tengo algo que decir
a los obreros de nuestras imprentas: Si amáis y teméis a Dios, os
negaréis a tener trato con el conocimiento contra el cual Dios previno
a Adán. Niéguense los tipógrafos a componer una sola frase de
estas cuestiones. Niéguense los correctores de pruebas a leerlas, los
impresores a imprimirlas y los encuadernadores a encuadernarlas.
Si se os pide que os dediquéis a cosas de este género, convocad a
los empleados del establecimiento a fin de que comprendan lo que
ello significa. Los que dirigen la institución pueden sostener que no
sois responsables, que a la dirección le toca tomar decisiones. Mas
sois responsables por el uso de vuestros ojos, de vuestras manos, de
vuestra mente. Estos dones os han sido confiados por Dios para que
los empleéis en su servicio y no en el de Satanás.
Cuando en nuestras casas editoriales se impriman publicaciones
que contienen errores que combatan la obra de Dios, Dios tiene por
responsables no sólo a quienes permiten que Satanás tienda una
trampa a las almas, sino también a los que han cooperado de una
manera u otra en la obra de la tentación.
Hermanos míos, vosotros que ocupáis puestos de responsabili-
dad, cuidad de no enganchar a vuestros empleados al carro de la
superstición y la herejía. No permitáis que las instituciones estable-
cidas por Dios para esparcir la verdad y la vida, vengan a ser una
agencia para diseminar el error que destruye las almas.
[75]
Niéguense nuestras casas editoriales, desde la menor hasta la
mayor, a imprimir una sola línea de estos asuntos perniciosos. Sea
convenido con todos aquellos con quienes debemos tratar que los
impresos que contienen la ciencia de Satanás están excluídos de
todas nuestras instituciones. Estamos en contacto con el mundo no
para que sus errores obren en nosotros como levadura; sino a fin de