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Testimonios Selectos Tomo 5
método correcto. El es quien comunica el conocimiento de estos
métodos, y ninguno puede considerar su saber como perteneciéndole
en una manera exclusiva.
Cada obrero debe interesarse en todos los ramos de la obra, y
si Dios le ha dado clarividencia, capacidades y conocimientos que
pueden servir en uno u otro de estos ramos, su deber consiste en
comunicar lo que ha recibido.
Todas las capacidades que pueden relacionarse con la institución,
mediante esfuerzos abnegados, deben ser puestas a contribución para
que sean activos agentes de éxito y de vida en la obra de Dios. Los
obreros consagrados, talentosos y capaces de ejercer una buena
influencia son precisamente los que necesitan las casas editoriales.
Todo obrero será probado para que se sepa si trabaja en favor del
progreso de la institución del Señor o para servir sus propios intere-
ses. Los que son convertidos darán cada día pruebas de que no tratan
de emplear para su uso personal las ventajas y los conocimientos
que hayan adquirido. Comprenden que la providencia divina les ha
concedido estas ventajas para que, como instrumentos en las manos
del Señor, puedan servir a su causa realizando un trabajo de calidad
superior.
Nadie debe trabajar para ser alabado o para satisfacer su deseo de
dominar. El verdadero obrero obrará lo mejor que pueda para que así
pueda dar la gloria a Dios. Tratará de mejorar todas sus facultades,
y cumplirá sus deberes como para Dios. Su único deseo será que
Cristo reciba de él un homenaje y un servicio perfectos.
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Dediquen los obreros todas sus energías al esfuerzo de servir a
la causa de Dios. Obrando así, obtendrán ellos mismos más fuerza y
eficacia.
* * * * *
No debiera conservarse en una institución del Señor, cualquiera
que sea, a nadie que en un momento difícil no comprenda que
estas instituciones son sagradas. Si los empleados no encuentran
placer en la verdad, si su relación con la institución no los hace
mejores, si no crea en ellos ningún amor por la verdad, entonces,
después de un tiempo de prueba suficiente, separadlos de la obra,
porque su impiedad y su incredulidad ejercen una influencia sobre