Página 198 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 8 (1998)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 8
propia que la obediencia de los mandamientos de Dios significa la
vida eterna.
Los recursos y una labor ferviente pueden con confianza inver-
tirse en una obra como esta porque es una obra que ha de perdurar.
Así los que estaban muertos en delitos y pecados son atraídos a la
comunión con los santos y se les hace sentar en lugares celestiales
con Cristo. Sus pies se plantan sobre un firme fundamento. Se les
habilita para alcanzar una norma elevada, hasta las alturas más ele-
vadas de la fe, porque los cristianos hacen sendas derechas para sus
pies, para que lo cojo no se salga del camino.
Toda iglesia debe trabajar en favor de los que perecen dentro
y fuera de su territorio. Los miembros deben brillar como piedras
vivas en el templo de Dios, reflejando la luz celestial. No se debe
hacer ninguna obra al azar, de una manera casual o esporádicamente.
Asegurarse bien de las almas que están a punto de perderse significa
algo más que orar por un borracho y luego, debido a que él llora y
confiesa la contaminación de su alma, declarar que ha sido salvo.
Hay que pelear la batalla repetidas veces.
Que los miembros de cada iglesia sientan que es su deber especial
trabajar por las personas que viven en su vecindario. Que todo el que
se diga estar bajo la bandera de Cristo sienta que ha entrado en un
pacto de relación con Dios para hacer la obra del Salvador. Los que
emprenden esta obra no debieran cansarse de hacer el bien. Cuando
los redimidos estén en la presencia de Dios, habrá preciosas almas
que responderán al pasarse lista, las cuales estarán allí debido a los
esfuerzos fieles y pacientes que fueron hechos en su favor y de los
ruegos y persuasiones fervientes para que acudieran a la Fortaleza.
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Así será cómo los que fueron colaboradores de Dios recibirán su
recompensa.
Los ministros de las iglesias populares no permitirán que la
verdad sea presentada al pueblo desde el púlpito. El enemigo los
hace resistir la verdad con encono y perfidia. Se inventan falsedades.
La experiencia de Cristo con los dirigentes judíos se repite. Satanás
se esfuerza por eclipsar todo rayo de luz que brilla de Dios hacia
su pueblo. Obra por medio de los ministros de la manera que obró
a través de los sacerdotes y gobernantes en los días de Cristo. ¿Se
unirán a este partido los que conocen la verdad para obstaculizar,
avergonzar, y echar a un lado a los que intentan trabajar como Dios