Página 290 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 8 (1998)

Basic HTML Version

Peligros de la ciencia especulativa
La falsa ciencia es uno de los agentes de los cuales se valió
Satanás en los atrios celestiales, y lo usa todavía hoy. Las falsas afir-
maciones que presentó a los ángeles y sus teorías científicas sutiles
sedujeron a muchos de ellos y los desviaron de su lealtad. Habien-
do perdido su sitio en el cielo, Satanás presentó sus tentaciones a
nuestros primeros padres. Adán y Eva cedieron al enemigo, y por
su desobediencia la humanidad se alejó de Dios, y la tierra quedó
separada del cielo.
Si Adán y Eva no hubieran tocado el árbol prohibido, el Señor les
habría impartido una ciencia sobre la que no habría habido ninguna
maldición, una ciencia que les habría infundido gozo eterno. Todo
lo que ganaron por su desobediencia fue el conocimiento del pecado
y de sus resultados.
Engaños de los últimos días
El terreno en el que Satanás condujo a nuestros primeros padres
es el mismo en el cual conduce a los hombres hoy. Inunda al mundo
con fábulas agradables. Por todos los medios de que dispone trata
de impedir que los hombres obtengan el conocimiento de Dios que
lleva a la salvación.
Vivimos en un siglo de grandes luces; pero mucho de aquello
que es llamado luz es sólo una puerta abierta a la sabiduría y a
los artificios de Satanás. Muchas de las cosas que se presentaron
como verdad será necesario considerarlas cuidadosamente y con
mucha oración, porque pueden ser astucias del enemigo. A menudo,
el camino del error parece paralelo al sendero de la verdad. Resulta
difícil distinguirlo del camino que conduce a la santidad del cielo;
pero la mente alumbrada por el Espíritu Santo puede ver que dicho
[306]
sendero se aparta del buen camino. Después de cierto tiempo, los
dos caminos están muy separados uno de otro.
286