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Testimonios para la Iglesia, Tomo 9
a todos que nos esforcemos para salvar a los que perecen. Satanás
está obrando y procura seducir aun a los mismos escogidos. Ahora
es el momento de trabajar con vigilancia. Debe darse publicidad
a nuestros libros y periódicos; el Evangelio de la verdad presente
debe ser dado sin tardanza a nuestras ciudades. ¿Cumpliremos con
nuestro deber?
Si la vida y la enseñanza de Cristo son el tema de nuestra cons-
tante atención, todo lo que suceda nos servirá de tema para hacer
presentaciones impresionantes. Así predicaba Cristo el Evangelio
en todas partes; mientras hablaba, su pequeño auditorio aumentaba
hasta transformarse en una multitud. Los evangelistas actuales deben
ser colaboradores de Cristo. Como los primeros discípulos, ellos
tienen la misma segura promesa: “Toda potestad me es dada en el
cielo y en la tierra. Por tanto, id, y doctrinad a todos los gentiles,
bautizándolos en nombre del Padre y del Hijo, y del Espíritu Santo;
enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he
aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.
Amén”.
Mateo 28:18-20
.
La obra que el pueblo de Dios debe realizar está estipulada en la
Palabra inspirada: “Principio del Evangelio de Jesucristo, Hijo de
Dios. Como está escrito en Isaías el profeta: He aquí yo envío a mi
mensajero delante de tu faz, que apareje tu camino delante de ti”.
Marcos 1:2-3
.” He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en
quien mi alma toma contentamiento: he puesto sobre él mi espíritu,
dará juicio a las gentes... No se cansará, ni desmayará, hasta que
ponga en la tierra juicio; y las islas esperarán su ley”.
Isaías 42:1, 4
.
Dios invita a los hombres a escudriñar diligentemente las exi-
gencias de su ley. Su palabra es sagrada, infinita. La causa de la
verdad debe brillar y destacarse como una lámpara encendida. Un
estudio concienzudo de la Palabra hará conocer la verdad. El pecado
y el error no podrán permanecer, pero la ley de Dios será justificada.
“Así dice Jehová Dios, Creador de los cielos, y el que los despliega;
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el que extiende la tierra y sus productos; el que da aliento al pueblo
que mora sobre ella, y espíritu a los que por ella andan: Yo Jehová te
he llamado en justicia, y te sostendré por la mano; te guardaré y te
pondré por pacto al pueblo, por luz de las naciones; para que abras
los ojos de los ciegos, para que saques de la cárcel a los presos, y
de casas de prisión a los que moran en tinieblas”.
Isaías 42:5-7
. Los