Página 70 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 9 (1998)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 9
Un mensajero celestial estaba en nuestro medio y pronunció
palabras de advertencia y de instrucción. Nos hizo comprender con
toda claridad que el Evangelio del reino es el mensaje por cuya
falta el mundo perece, y que este mensaje, contenido en nuestras
publicaciones ya existentes y en aquellas que aún han de aparecer
debería hacerse circular entre la gente de cerca y lejos.
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Peligro de los estudios especulativos
La luz de la verdad que Dios se propone hoy que el mundo reciba,
no es la que los eruditos procuran impartir, porque estos hombres
suelen llegar a conclusiones erróneas en sus investigaciones, y en
su estudio de numerosos autores se entusiasman con teorías que son
de origen satánico. Satanás, disfrazado de ángel de luz, ofrece a la
consideración de las mentes humanas temas que parecen sumamente
interesantes y que abundan en misterio científico. En la investigación
de esos temas, son inducidos a aceptar conclusiones erróneas y a
unirse con espíritus seductores en la obra de proponer nuevas teorías
que alejan de la verdad.
Existe el peligro de que las falsas opiniones expresadas en los
libros que han estado leyendo sean entretejidas por nuestros mi-
nistros, profesores y redactores con sus argumentos, discursos y
publicaciones, bajo la creencia de que son idénticos en principio a
las enseñanzas del Espíritu de verdad. El libro
The Living Temple
[El
templo viviente] es una ilustración de esta obra, cuyo autor declaró
que sus enseñanzas eran iguales a las contenidas en los escritos
de la Sra. White. Tendremos que hacer frente repetidamente a la
influencia de hombres que estudian ciencias de origen satánico, por
medio de las cuales Satanás procura negar la existencia de Dios y
Cristo.
El Padre y el Hijo tienen su personalidad individual. Cristo
declaró: “Yo y el Padre uno somos”.
Juan 10:30
. Pero fue el Hijo de
Dios quien vino al mundo en forma humana. Poniendo de lado sus
vestiduras reales y regia corona, veló su divinidad con humanidad,
para que la humanidad mediante su sacrificio infinito llegara a ser
participante de la naturaleza divina y escapara de la corrupción que
se encuentra en el mundo a causa de la concupiscencia.