Página 63 - El Conflicto Inminente (1969)

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Capítulo 6—El mayor peligro para el hogar y la
vida
Desde el origen de la gran controversia en el cielo, el propósito
de Satanás ha consistido en destruir la ley de Dios. Para realizarlo
se rebeló contra el Creador y, aunque expulsado del cielo, continuó
la misma lucha en la tierra. Engañar a los hombres para inducirlos
luego a transgredir la ley de Dios, tal fué el objeto que persiguió
sin cejar. Sea esto conseguido haciendo a un lado toda la ley o
descuidando uno de sus preceptos, el resultado será finalmente el
mismo. El que peca “en un solo punto” manifiesta menosprecio
por toda la ley; su influencia y su ejemplo están del lado de la
transgresión; y viene a ser “culpado de todos” los puntos de la ley.
Santiago 2:10
.
En su afán por desacreditar los preceptos divinos, Satanás pervir-
tió las doctrinas de la Biblia, de suerte que se incorporaron errores
en la fe de millares de personas que profesan creer en las Santas
Escrituras. El último gran conflicto entre la verdad y el error no es
más que la última batalla de la controversia que se viene desarrollan-
do desde hace tanto tiempo con respecto a la ley de Dios. En esta
batalla estamos entrando ahora; es la que se libra entre las leyes de
los hombres y los preceptos de Jehová, entre la religión de la Biblia
y la religión de las fábulas y de la tradición.
Los elementos que se coligarán en esta lucha contra la verdad y
la justicia, están ya obrando activamente. La Palabra santa de Dios
que nos ha sido transmitida a costa de tanto padecimiento, de tanta
sangre de los mártires, no es apreciada debidamente. La Biblia está al
alcance de todos, pero pocos son los que la aceptan verdaderamente
por guía de la vida. La incredulidad predomina de modo alarmante,
no sólo en el mundo sino también en la iglesia. Muchos han llegado
al punto de negar doctrinas que son el fundamento mismo de la fe
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cristiana. Los grandes hechos de la creación como los presentan
los escritores inspirados, la caída del hombre, la expiación y el
carácter perpetuo de la ley de Dios son en realidad rechazados
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