Nuestra única salvaguardia
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Cuando llegue el tiempo de la prueba, los que hayan seguido la
Palabra de Dios como regla de conducta, serán dados a conocer. En
verano no hay diferencia notable entre los árboles de hojas perennes
y los que las pierden; pero cuando vienen los vientos de invierno los
primeros permanecen verdes en tanto que los otros pierden su follaje.
Así puede también que no sea dado distinguir actualmente a los
falsos creyentes de los verdaderos cristianos, pero pronto llegará el
tiempo en que la diferencia saltará a la vista. Dejad que la oposición
se levante, que el fanatismo y la intolerancia vuelvan a empuñar
el cetro, que el espíritu de persecución se encienda, y entonces los
tibios e hipócritas vacilarán y abandonarán la fe; pero el verdadero
cristiano permanecerá firme como una roca, con más fe y esperanza
que en días de prosperidad.
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