Página 13 - Cartas a J

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Te amo
I X
Ninguna cosa que de alguna manera afecte nuestra paz
es tan pequeña que él no la note. No hay en nuestra
experiencia ningún pasaje tan oscuro que él no pueda
leer, ni perplejidad tan grande que él no pueda desenre-
dar. Ninguna calamidad puede acaecer al más pequeño
de sus hijos, ninguna ansiedad puede asaltar el alma,
ningún gozo alegrar, ninguna oración sincera escapar de
los labios sin que el Padre celestial esté al tanto de ella,
sin que tome en ello un interés inmediato. El ‘sana a los
quebrantados de corazón, y venda sus heridas’.
Salmos
147:3
. Las relaciones entre Dios y cada alma son tan
claras y plenas como si no hubiese otra alma sobre la
tierra a quien brindar su cuidado, otra alma por la cual
hubiera dado a su Hijo amado.—
El Camino a Cristo,
100
.
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