Sea práctico
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Antes de asumir las responsabilidades del matrimonio, los jóve-
nes y las jóvenes deben tener una experiencia práctica que los haga
aptos para cumplir los deberes de la vida y llevar las cargas de ella
Puesto que tanto los hombres como las mujeres tienen una parte
en la constitución del hogar, tanto los niños como las niñas deberían
obtener un conocimiento de los deberes domésticos. El tender la
cama, ordenar una pieza, lavar la loza, preparar una comida, lavar y
remendar su ropa, constituyen una educación que no tiene por qué
hacer menos varonil a ningún muchacho; lo hará más feliz y más
útil
Hay demasiadas niñas que se casan y tienen familia, y que tienen
muy poco conocimiento práctico de los deberes que corresponden a
una esposa y madre. Saben leer y ejecutar un instrumento musical,
pero no saben cocinar. No saben hacer un buen pan, que es tan esen-
cial para la salud de la familia. No pueden cortar y hacer vestidos,
porque nunca aprendieron a hacerlos.
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Consideraron estas cosas como no esenciales, y en su vida matrimo-
nial son tan dependientes de alguna otra persona para hacerles estas
cosas como lo son de ellas sus propios pequeñuelos
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