Página 37 - Cartas a J

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El amor, una planta tierna
El amor es una planta de crecimiento celestial y debe ser nutrida y
alimentada. Los corazones afectuosos, las palabras veraces y llenas
de amor producirán familias felices y originarán una influencia
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elevadora sobre todos los que entren en contacto con la esfera de su
influencia
Las mujeres desean a hombres de caracteres fuertes y nobles, a
quienes puedan respetar y amar, y estas cualidades necesitan com-
binarse con ternura y afecto, paciencia y tolerancia. A su vez, la
esposa debiera ser animosa, amable y devota, asimilando su gusto al
de su marido en todo lo que resulte posible sin perder su individua-
lidad. Ambos esposos debieran cultivar paciencia y bondad y ese
amor tierno del uno por el otro que hará placentera y gozosa la vida
matrimonial.
Los que tienen ideas tan elevadas de la vida matrimonial, cuya
imaginación ha construído una imagen de castillos en el aire que no
tiene nada que ver con las perplejidades y problemas de la vida, se
encontrarán penosamente chasqueados ante la realidad. Cuando la
vida real llega con sus problemas y preocupaciones, están totalmente
desprevenidos para hacerles frente. Esperan perfección en el otro,
pero encuentran debilidad y defectos, porque los hombres y las
mujeres finitos no están libres de faltas. Entonces comienzan a
encontrar faltas el uno en el otro y a expresar su frustración. En vez
de hacer esto, debieran tratar de ayudarse el uno al otro, y debieran
buscar piedad práctica que los ayude a librar valientemente la batalla
de la vida
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