Página 443 - Consejos para la Iglesia (1991)

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La falsa ciencia: el moderno vestido de luz de Satanás
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Un intento para engañar a los mismos escogidos
Los sofismas concernientes a Dios y la naturaleza, que inundan al
mundo de escepticismo, son inspirados por el ángel caído. El estudia
la Biblia; conoce la verdad necesaria a la humanidad, y procura
distraer las mentes de las grandes verdades destinadas a prepararla
para los acontecimientos que vendrán sobre el mundo.
Después de 1844 tuvimos que hacer frente a toda especie de
fanatismos. Me fueron dados testimonios de censura contra algunas
personas entregadas a las teorías espiritualistas predominantes.
Las enseñanzas impías van seguidas por la práctica del pecado.
Son el cebo del cual se vale el padre de la mentira para seducir y
tiene por resultado la impenitencia en una impureza que se comete
creyéndola justificada.
Lo experimentado en lo pasado se repetirá. En lo porvenir las
supersticiones satánicas cobrarán formas nuevas. El error será pre-
sentado de un modo agradable y halagüeño. Falsas teorías, revestidas
de luz, serán presentadas al pueblo de Dios. Así procurará Satanás
engañar a los mismos escogidos, si fuere posible. Se ejercerán in-
fluencias extremadamente seductoras e hipnotizarán las mentes.
Para cautivarlas, se introducirán todas las formas de corrupción
similares a las que existieron entre los antediluvianos. La exaltación
de la naturaleza como Dios, la desenfrenada licencia de la voluntad
humana, los consejos de los impíos, son instrumentos de Satanás
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para alcanzar ciertos fines. Se valdrá del poder de la mente sobre
otra mente para ejecutar sus planes. Lo más triste de todo eso es
que, colocados bajo esa influencia engañosa, los hombres tendrán
una apariencia de piedad sin estar en verdadera comunión con Dios.
Como Adán y Eva, que comieron el fruto del árbol del conocimiento
del bien y del mal, muchos se alimentan ahora de los frutos del error.
Los agentes satánicos revisten las falsas teorías de un vestido
atractivo, así como en el huerto de Edén Satanás ocultó su identidad a
nuestros primeros padres, hablándoles por intermedio de la serpiente.
Esos agentes hacen penetrar en la mente humana lo que en realidad
es un error mortal. La influencia hipnótica de Satanás se ejercerá
sobre quienes se aparten de la Palabra de Dios para aceptar fábulas
agradables.