Página 425 - El Conflicto de los Siglos (2007)

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Los Estados Unidos en la profecía
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Dios”.
Ezequiel 20:20 (RV95)
. Y la razón aducida es: “Porque en
seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó,
y reposó”.
Éxodo 31:17
.
“La importancia del sábado, como institución conmemorativa de
la creación, consiste en que recuerda siempre la verdadera razón por
la cual se debe adorar a Dios”, porque él es el Creador, y nosotros
somos sus criaturas. “Por consiguiente, el sábado forma parte del
fundamento mismo del culto divino, pues enseña esta gran verdad del
modo más contundente, como no lo hace ninguna otra institución. El
verdadero motivo del culto divino, no tan solo del que se tributa en el
séptimo día, sino de toda adoración, reside en la distinción existente
entre el Creador y sus criaturas. Este hecho capital no perderá nunca
su importancia ni debe caer nunca en el olvido” (J. N. Andrews,
History of the Sabbath
, cap. 27). Por eso, es decir, para que esta
verdad no se borrara nunca de la mente de los hombres, instituyó
Dios el sábado en el Edén y mientras el ser él nuestro Creador
siga siendo motivo para que le adoremos, el sábado seguirá siendo
señal conmemorativa de ello. Si el sábado se hubiese observado
universalmente, los pensamientos e inclinaciones de los hombres
se habrían dirigido hacia el Creador como objeto de reverencia y
adoración, y nunca habría habido un idólatra, un ateo, o un incrédulo.
La observancia del sábado es señal de lealtad al verdadero Dios, “que
hizo el cielo y la tierra, y el mar y las fuentes de agua”. Resulta pues
que el mensaje que manda a los hombres adorar a Dios y guardar sus
mandamientos, los ha de invitar especialmente a observar el cuarto
mandamiento.
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En contraposición con los que guardan los mandamientos de
Dios y tienen la fe de Jesús, el tercer ángel señala otra clase de seres
humanos contra cuyos errores va dirigido solemne y terrible aviso:
“¡Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe su marca en su
frente, o en su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios!”
Apocalipsis 14:9, 10 (VM)
. Para comprender este mensaje hay que
interpretar correctamente sus símbolos. ¿Qué representan la bestia,
la imagen, la marca?
La ilación profética en la que se encuentran estos símbolos
empieza en el capítulo 12 del Apocalipsis, con el dragón que trató
de destruir a Cristo cuando nació. En dicho capítulo vemos que el
dragón es Satanás (
Apocalipsis 12:9
); fue él quien indujo a Herodes