Página 135 - El Conflicto de los Siglos (1954)

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En la encrucijada de los caminos
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por toda la eternidad?’ Así luché yo contra mí mismo y contra
Satanás, hasta que Cristo, por su Palabra infalible, fortaleció mi
corazón contra estas dudas.”—Martyn, págs. 372, 373.
El papa había amenazado a Lutero con la excomunión si no se
retractaba, y la amenaza se cumplió. Se expidió una nueva bula para
publicar la separación definitiva de Lutero de la iglesia romana. Se le
declaraba maldito por el cielo, y se incluía en la misma condenación
a todos los que recibiesen sus doctrinas. La gran lucha se iniciaba
de lleno.
La oposición es la suerte que les toca a todos aquellos a quienes
emplea Dios para que prediquen verdades aplicables especialmente
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a su época. Había una verdad presente o de actualidad en los días
de Lutero—una verdad que en aquel tiempo revestía especial im-
portancia; y así hay ahora una verdad de actualidad para la iglesia
en nuestros días. Al Señor que hace todas las cosas de acuerdo con
su voluntad le ha agradado colocar a los hombres en diversas con-
diciones y encomendarles deberes particulares, propios del tiempo
en que viven y según las circunstancias de que estén rodeados. Si
ellos aprecian la luz que se les ha dado, obtendrán más amplia per-
cepción de la verdad. Pero hoy día la mayoría no tiene más deseo
de la verdad que los papistas enemigos de Lutero. Existe hoy la
misma disposición que antaño para aceptar las teorías y tradiciones
de los hombres antes que las palabras de Dios. Y los que esparcen
hoy este conocimiento de la verdad no deben esperar encontrar más
aceptación que la que tuvieron los primeros reformadores. El gran
conflicto entre la verdad y la mentira, entre Cristo y Satanás, irá au-
mentando en intensidad a medida que se acerque el fin de la historia
de este mundo.
Jesús había dicho a sus discípulos: “Si fueseis del mundo, el
mundo os amaría como a cosa suya; mas por cuanto no sois del
mundo, sino que yo os he escogido del mundo, por esto os odia el
mundo. Acordaos de aquella palabra que os dije: El siervo no es
mayor que su señor. Si me han perseguido a mí, a vosotros también
os perseguirán; si han guardado mi palabra, guardarán también
la vuestra.”
Juan 15:19, 20 (VM)
. Y en otra ocasión había dicho
abiertamente: “¡Ay de vosotros cuando todos los hombres hablaren
bien de vosotros! pues que del mismo modo hacían los padres de
ellos con los falsos profetas.”
Lucas 6:26 (VM)
. En nuestros días el