El despertar de España
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se creía que guardaría silencio. Pero, cual aconteciera con los após-
toles de antaño, no pudo “dejar de hablar las cosas que había visto y
oído” debido a lo cual no tardó en ser “entregado a la Inquisición en
Valladolid.”
“Corto fué su proceso... Confesó abiertamente su fe en las prin-
cipales doctrinas de la Reforma, es a saber que nadie se salva por
sus propias obras, méritos o fuerzas, sino únicamente debido a la
gracia de Dios, mediante el sacrificio de un solo Medianero.” Ni con
súplicas ni con torturas pudo inducírsele a que se retractara; se le
sentenció, pues, a la hoguera, y sufrió el martirio en un notable auto
de fe, en 1544.
Hacía cerca de un cuarto de siglo que la doctrina reformada
había llegado por primera vez a Valladolid, empero durante dicho
período “sus discípulos se habían contentado con guardarla en sus
corazones o hablar de ella con la mayor cautela a sus amigos de
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confianza. El estudio y la meditación, avivados por el martirio de
San Román, pusieron fin a tal retraimiento. Expresiones de simpatía
por su suerte, o de admiración por sus opiniones, dieron lugar a
conversaciones, en cuyo curso los que favorecían la nueva fe, como
se la llamaba, pudieron fácilmente reconocerse unos a otros. El
celo y la magnanimidad de que dió prueba el mártir al arrostrar el
odio general y al sufrir tan horrible muerte por causa de la verdad,
provocó la emulación hasta de los más tímidos de aquéllos; de suerte
que, pocos años después de aquel auto, se organizaron formando una
iglesia que se reunía con regularidad, en privado, para la instrucción
y el culto religioso.”—M’Crie, cap. 4.
Esta iglesia, cuyo desarrollo fué fomentado por los esfuerzos
de la Inquisición, tuvo por primer pastor a Domingo de Rojas. “Su
padre fué Don Juan, primer marqués de Poza; su madre fué hija del
conde de Salinas, y descendía de la familia del marqués de la Mota...
Además de los libros de los reformadores alemanes, con los que es-
taba familiarizado, propagó ciertos escritos suyos, y particularmente
un tratado con el título de
Explicación de los artículos de fe,
que
contenía una corta exposición y defensa de las nuevas opiniones.”
“Rechazaba como contraria a las Escrituras la doctrina del purga-
torio, la misa y otros artículos de la fe establecida.” “Merced a sus
exhortaciones llenas de celo, muchos fueron inducidos a unirse a
la iglesia reformada de Valladolid, entre los que se contaban varios