Página 272 - El Conflicto de los Siglos (1954)

Basic HTML Version

268
El Conflicto de los Siglos
de Dios, se manifestarían el ateísmo del faraón y la disolución de
Sodoma.
Esta profecía se cumplió de un modo muy preciso y sorpren-
dente en la historia de Francia. Durante la Revolución, en 1793,
“el mundo oyó por primera vez a toda una asamblea de hombres
nacidos y educados en la civilización, que se habían arrogado el
derecho de gobernar a una de las más admirables naciones europeas,
[313]
levantar unánime voz para negar la verdad más solemne para las
almas y renunciar de común acuerdo a la fe y a la adoración que
se deben tributar a la Deidad.”—Sir Walter Scott,
Life of Napoleon
Buonaparte,
tomo 1, cap. 17. “Francia ha sido la única nación del
mundo acerca de la cual consta en forma auténtica que fué una
nación erguida en rebelión contra el Autor del universo. Muchos
blasfemos, muchos infieles hay y seguirá habiéndolos en Inglaterra,
Alemania, España y en otras partes; pero Francia es la única nación
en la historia del mundo, que por decreto de su asamblea legislativa,
declaró que no hay Dios, cosa que regocijó a todos los habitantes
de la capital, y entre una gran mayoría de otros pueblos, cantaron y
bailaron hombres y mujeres al aceptar el manifiesto.”—
Blackwood’s
Magazine,
noviembre, 1870.
Francia presentó tambión la característica que más distinguió
a Sodoma. Durante la Revolución manifestóse una condición mo-
ral tan degradada y corrompida que puede compararse con la que
acarreó la destrucción de las ciudades de la llanura. Y el historiador
presenta juntos el ateísmo y la prostitución de Francia, tal como
nos los da la profecía: “Intimamente relacionada con estas leyes
que afectan la religión, se encontraba aquella que reducía la unión
matrimonial—el contrato más sagrado que puedan hacer seres huma-
nos, y cuya permanencia y estabilidad contribuye eficacísimamente
a la consolidación de la sociedad—a un mero convenio civil de
carácter transitorio, que dos personas cualesquiera podían celebrar
o deshacer a su antojo... Si los demonios se hubieran propuesto
inventar la manera más eficaz de destruir todo lo que existe de ve-
nerable, de bueno o de permanente en la vida doméstica, con la
seguridad a la vez de que el daño que intentaban hacer se perpetua-
ría de generación en generación, no habrían podido echar mano de
un plan más adecuado que el de la degradación del matrimonio...
Sofía Arnoult, notable actriz que se distinguía por la agudeza de sus